Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 31 de mayo de 2012

El cine y La viuda valenciana



La adaptación de La viuda valenciana realizada por TVE busca, como dijo Aitana Sánchez Gijón, la cercanía del teatro del Siglo de Oro. Teatro sí, pero en alta definición, en lenguaje audiovisual de hoy, rodada en tiempo de televisión con gran carga cinematográfica, luz, planos, secuencias, transiciones, fundidos….  La tentación de contemplar cinematográficamente  la obra, puede más que la nostalgia por los corrales de comedias. En consecuencia me arrojo a la piscina aun a riesgo de que el agua sea escasa.
Cuando hablamos de adaptación cinematográfica de un texto literario, nos referimos a  un proceso que va más allá de la simple traslación textual. Lo que se adapta son cada uno de los elementos que constituyen el relato: punto de vista, espacio, tiempo, lenguaje y personajes. Hay adaptaciones que no consiguen su objetivo, no por mala película, sino porque no siempre es fácil pasar de la imaginación a la imagen. Las diferencias de lenguaje obligan  a la adaptación de la sustancia original y por tanto el resultado para muchas obras será siempre una rebaja. Esto no ocurre con este trabajo de TVE el lenguaje técnico ha superado la dificultad de una obra en verso, colocando al espectador actual en situación paralela a la de aquel que acudió en el siglo XVII al corral de comedias.
La decoración, responde más a los cánones del teatro que a los del cine y esto es importante para no perder el concepto de escenario para el que fue pensada la obra. Se ha recreado la estancia de la viuda y apenas un asomo de mercado con un fondo negro que aporta protagonismo a los personajes –y economía al presupuesto.
Merece mención especial el tratamiento de la luz por parte del equipo de fotografía al conseguir la sensación de oscuridad que añoraba “la viuda invisible”. Vemos sin ver, al rodar no con iluminación, si no que la misma luz es protagonista aportando el clima idóneo a la escena, cuyo símbolo es la  chimenea permanentemente encendida.
Otro elemento que habitualmente no figura en el teatro, es la música, adaptada a la obra que busca conducir emocionalmente al espectador en determinadas escenas, creando –junto con la luz- el clima integrador.
El montaje, es  quizá la parte más importante de toda producción cinematográfica-como cine lo estamos tratando- ha de acoplar todas las piezas del puzle para que el resultado sea el requerido -en el tiempo establecido. Es aquí  donde la similitud con el cine es más evidente: transiciones de fondo negro a personajes, montajes paralelos de algunas secuencias, corte y prolongación de escenas, fundidos….
El tiempo filmado siempre es superior al  de la proyección final, lo que para una obra en verso supone dificultad añadida al no poder fraccionar una estrofa en el momento en que la acción lo requiere para no destrozar la obra.
En relación con la comedia escrita, el texto esta respetado en lo esencial, suprime gran parte del diálogo de los galanes cómicos y algunos de  Camilo y Leonarda. Tampoco aparecen los emparejamientos –tan de Lope- finales  de Floro-Celia y Urbán-Julia, para encajar el recurrente tema del tiempo tan manido como necesario en el medio audio visual.
El teatro barroco se enriquece con nuevos modos y espacios narrativos, el teatro-cine puede aportar un sin fin de posibilidades de conocimiento y penetración en la mentalidad del ciudadano moderno.
La distancia que hay de la escritura cuneiforme al ebook  se ha recorrido  con capacidad de adaptación y medios, de ambos es buena muestra Radio Televisión Española con Estudio 1 en su tiempo y ahora con Televisión a la carta.
Amén.

jueves, 3 de mayo de 2012

La viuda erótica



Los medios de comunicación utilizan con frecuencia el término “consejo comercial” en lugar de publicidad para mantener a sus seguidores sujetos a la frecuencia o canal en el que transmiten. Todo esto viene a colación de solicitar licencia a los habituales seguidores de El Alfoz y dirigirme a los que ocasionalmente nos regalan con su visita.

Cuando hablamos de teatro clásico (¡Sigue! No lo dejes ahora, lector amigo) la mente  nos sitúa en paisajes idílicos amores románticos y mucho recato. Con Lope de Vega, nada más lejos de la realidad. La comedia “La viuda valenciana” tiene un propósito amoroso sí.  Pero desde el inicio está cargada de erotismo, y he aquí la justificación al encabezamiento de esta entrada, cuyo propósito es, lector amigo, que utilices el “ratón” sólo para cambiar de línea (gracias).

El personaje femenino (Leonarda) quiere tener relaciones sin casamiento, para lo cual urde una trama con el propósito de  llevar  al galán (Camilo) a su casa sin que este la reconozca. ¿Se puede pedir más a principios del siglo XVII?.

Lope, escribió la comedia para su tiempo salvando hábilmente lo licencioso de la obra  con un final que contentase al rey, a la iglesia y a la inquisición. Televisión Española (click para enlazar con la grabación), como no podía ser de otra manera ha traído el teatro a la pantalla de alta definición montado para el espectador del siglo XXI. La obra dirigida por Carlos Sedes, tiene en su reparto a Aitana Sánchez Gijón espléndida en todos los sentidos acompañada de Fran Perea como personajes principales.

A propósito de Lope añadiremos que dedica la obra a Marcia Leonarda este nombre era el seudónimo que utilizaba para referirse  a su amante Marta Nevares, mujer casada con quien mantuvo después de ordenarse sacerdote una apasionada relación.
Insisto en la pregunta: ¿Se puede pedir más?

La viuda valenciana será comentada durante el mes de mayo por el club de lectura del blog La Acequia dirigido por Pedro Ojeda, con la colaboración de blogs y lectores adheridos. Si tras la lectura de estas líneas decides seguirnos en la aventura: se bien venido. Si te animaste y ves el trabajo de Televisión Española espero que disfrutes. En cualquier caso, si has llegado hasta aquí y hemos aportado algo de interés nuestra labor está recompensada.

¡Gracias!.