Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

lunes, 29 de julio de 2013

Matrioska-2


Nuestra matrioska de verano pretende sacar a la luz pequeños pensamientos que mantengan ligeramente activo el letargo estival.

“Cuando no se piensa lo que se dice es cuando se dice lo que se piensa”
 (Jacinto Benavente)

A veces, algunas veces, la palabra discurre pareja al pensamiento generando el manido: “siempre digo lo que pienso”. Sería de desear poner freno a la palabra dando tiempo a que el pensamiento germine. 

viernes, 26 de julio de 2013

Matrioska


Inspiradas en un ejemplar de la  muñeca japonesa Fukuruma  la muñeca rusa matrioska, aporta la idea de maternidad, fertilidad, simboliza la familia grande y unida. La madre da a luz a una hija, la hija da a luz a otra hija, ésta a otra …
Nuestra matrioska de verano pretende sacar a la luz pequeños pensamientos que mantengan ligeramente activo el letargo estival.

“Muchas palabras nunca indican sabiduría”  (Tales de Mileto)

A veces, algunas veces, defendemos nuestras creencias sobre hechos cotidianos con igual ímpetu que el discurrir del agua por el aliviadero de una presa. Sería de desear que “nuestra verdad”, contenida en el dique reflexivo del silencio atendiese a los razonamientos ajenos.


jueves, 18 de julio de 2013

La evolución de la pareja.


Ave Fénix diseñado por Estudio xXx

Según los expertos el verano es la época más proclive del año para separarse o divorciarse o al menos así lo indican algunas  estadísticas asegurando que, en España  casi el 28% de las rupturas se producen en el último trimestre, justo después de las vacaciones estivales. Uno de los motivos que los expertos señalan como causa es principalmente el exceso de tiempo que se pasa en pareja.

La relación de pareja como elemento vivo que es evoluciona como las especies:
En un primer momento es impulsiva, vital, vehemente e incluso absorbente. Con el tiempo la emoción se serena sin perder intensidad,  si la relación continúa y hay descendencia los afectos se reparten y la pareja tras el fragor de la batalla infantil, recupera el espacio cedido (normalmente cuando los niños se acuestan) disfrutando nuevamente de la intimidad y la presencia de la “otra mitad”.

Tras esta etapa hay un largo espacio en el que es más difícil “estar solos”. Los hijos, sus parejas, los nietos y toda la parentela ocupan de manera natural el espacio disponible y del mismo modo que se perdió –o cedió- el impulso inicial, la intimidad se torna ocasional, normalmente con el descontento de al menos una de las partes, dando lugar a un defecto de comunicación  que tiene su  reflejo negativo en el exceso de tiempo que se pasa en pareja durante las vacaciones.

Superado esto, debíamos de ser conscientes de que la pareja como tal comenzó -a petición propia- sola y termina sola, y es justo aquí donde puede y debe recuperar parte de lo perdido renaciendo de las cenizas como el ave Fénix creando una nueva relación, quizá carente del impulso inicial, pero vital, conservando eso sí, los propios espacios que a mi juicio no debían de ser totalmente estancos. ¡Es tan bonito compartir! 

jueves, 4 de julio de 2013

Amarga reflexión. El hereje, Miguel Delibes


Auto de fe.  Pedro Berruguete (Detalle).

Sintiéndose culpable tras la muerte de “La reina del páramo”, Cipriano se refugia en el entorno luterano asumiendo el riesgo, de persecución al que los herejes estaban sometidos.  Con esta realidad histórica de fondo se producen en la novela las primeras detenciones en el grupo y Cipriano Salcedo ha de optar por seguir fiel a sus principios, o asegurar su vida. Optando por la segunda solución influido por Ana Enríquez –nueva luz en sus sentimientos.

“Huya, dijo con un hilo de voz. No pierda un minuto, y que Nuestro Señor le acompañe”.
“¿Es que significaba algo para ella?”

A partir de esta huida abortada Delibes, sin morbo, nos acerca a los procedimientos del Santo Oficio, la hostilidad de quienes antes lo admiraron -o envidiaron- con  la vivencia en la cárcel  se pone de manifiesto la condición humana: la dignidad, la gallardía o la ingenuidad.

La ceguera física que sufre Cipriano, producida por la penumbra de la celda, acentúa el desamparo y aislamiento del preso, atenuado por otro recurso literario: la visita de su tío Ignacio y las cartas de Ana Enríquez.

Ni la delación de sus compañeros, ni la tortura, física y sicológica ni el  indulto por guapa de Ana Enríquez, ni la cobardía del doctor Cazalla que reniega de su fe por miedo, le llevan a renunciar a su credo.

El espectáculo público del auto de fe a lomos de un borrico entre una muchedumbre insultante se suaviza con la reaparición de Minervina por mediación de su tío, aportando Delibes  un mensaje final cuando Cipriano, resignadamente acepta el dolor, confirmación de la superioridad humana que ya puso de relieve Ignacio Salcedo:

“Algún día -musitó a su oído- estas cosas serán consideradas como un atropello a la libertad que Cristo nos trajo. Pide por mí hijo mío”.

Y juró Minervina:

“Su niño, abrió un poco los ojos y dijo,  creo en la santa Iglesia de Cristo y en la de los Apóstoles”.

Preguntada la atestante  si ella creía de buena fe  que Dios Nuestro Señor podía hacer favor a un hereje, respondió:

“Que el ojo de Nuestro Señor no era de la misma condición que el de los humanos, que el ojo de Nuestro Señor no reparaba en las apariencias sino que iba directamente al corazón de los hombres, razón por la que nunca se equivocaba”.


Delibes -como Cervantes a Alonso Quijano- mata a Cipriano y con ello cierra la novela y su obra.

martes, 2 de julio de 2013

Dos encuentros. El hereje, Miguel Delibes


Paul Thumann: Lutero quema la bula papal

Dos encuentros en el libro II, preámbulo de la última parte de la novela cambian  la vida de Cipriano Salcedo  produciendo al tiempo un giro significativo en la narración.

Tras la experiencia idílica  de amor puro con Minervina, descubre a Teodomira, la hembra. Con ella, la relación carnal adquiere un ritmo ascendente y desconocido:

“Hacer gozar a una mujer tan grande halagaba la vanidad del pequeño Cipriano”.

No obstante la apoteosis desemboca en ruptura cuando la incapacidad para darle descendencia provoca en ella la histeria, voceando y gritando con o sin causa por cualquier cosa. En un paseo por el campo (no puede faltar la naturaleza con Delibes), la desproporcionada disparidad de dos sapos copulando  paraliza a Cipriano acelerando su desinterés por la hembra.

No olvidemos la condición místico-sentimental, que siempre le acompañó y que conduce a un segundo encuentro magistralmente utilizado para cambiar la historia:

Don Pedro Cazalla y la doctrina de Erasmo.

Verdadero núcleo  en  el desarrollo  de la novela que le transforman de comerciante exitoso a discípulo de la doctrina luterana.

Su esposa enloquece e ingresa en un establecimiento para enfermos mentales donde muere. La mirada de Teodomira en el momento de su muerte, provoca un sentimiento de culpabilidad en Cipriano Salcedo por abandonarla y no  darle descendencia, lo que conduce a otra decisión crucial:

Reparte sus bienes y promete castidad.

Los personajes del entorno de los Cazalla son reales, el autor reproduce sus nombres y características, a través de ellos introduce a Cipriano en el proceso hacia la perfección. Ni el éxito social ni el matrimonio han sido suficientes y se encamina  hacia ideales de carácter espiritual.


El camino está marcado.

Reflexión interior. Esguevas en Aranda de Duero



El pasado 29 de junio Librería Bayo acogió la presentación en Aranda de Duero (Burgos) de ESGUEVAS. Ya dijimos que no es un libro “al uso” –espacio autobiográfico  según la razón que lo presenta. De su lectura, tal vez se desprende un toque de abstracción como corresponde al carácter vanguardista de los autores.
Necesaria reflexión interior, diría yo, con letra de Pedro Ojeda Escudero y música, presente en la fotografía y en el discurrir del agua, de Javier García Riobó sin olvidar los obligados silencios indispensables  en poesía.
Un nutrido grupo de amigos hizo que el espacio de Librería Bayo se quedase chico el día de San Pedro (¿premeditación?) y... San Pablo, el pobre siempre de segundón.
¡FELICIDADES DE NUEVO¡