Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

viernes, 17 de enero de 2020

LA DESEABLE ARISTOCRACIA DE LOS MEJORES. ESPAÑA INVERTEBRADA, DON JOSÉ ORTEGA Y GASSET



En algún lugar del ensayo de cuya página no puedo acordarme don José Ortega y Gasset puntualiza que: cuando habla de aristocracia no debe entenderse «lo que por descuido suele aún llamarse así», sino que debemos tomar la acepción 1 del DLE: En el mundo clásico, forma de gobierno según la cual el poder político es ejercido por los mejores. Partiendo de esta definición y portando por enseña sus tres últimas palabras, abundamos en la lectura de España invertebrada.

«Por los mejores», he ahí la cuestión. A cada nuevo plebiscito con el que los Poderes Públicos nos regalan el oído, nosotros, la escasamente rebelde masa, correspondemos eligiendo a nuestros mejores, es decir, a los menos malos de los propuestos. Ocurre que cuando «la aristocracia ha perdido sus cualidades de excelencia», nosotros, la masa, vagamos sin rumbo por las listas electorales optando por la solución que menos nos molesta, «generalizamos las objeciones», cambiando deseos por tenencias (más vale tener que desear) en vez de sustituir la aristocracia propuesta por «otra más virtuosa». Por ello, o consecuencia de, «la nación prosigue aceleradamente su trayectoria de decadencia» en tanto que nosotros, la masa –«un día, la burguesía; otro, la milicia; otro, el proletariado»– en conversaciones de sobremesa o barra de bar buscamos con ahínco eso que con notable éxito de crítica y público ha dado en llamarse un plan director que minore el previsible fracaso. Tras de cada tiempo, «suele iniciarse una nueva época histórica; el ciclo histórico se cierra y vuelve a abrirse otro. Comienza un periodo en que se va a formar una nueva aristocracia».

De alguna manera la actualidad tiene un cierto parecido con las épocas Kitra y Kali a las que alude don José y que no son particulares de nuestra, no todo lo que deseamos vertebrada España, sino que, todos los países, con las pertinentes variaciones, presentan el fenómeno recogido en la religiosidad tradicional india (flaco consuelo el nuestro).

Esperemos que el alumbramiento de una nueva aristocracia traiga bajo el brazo el pan de una nueva época Kitra.

Reflexión personal en torno al capítulo 3 ÉPOCAS KITRA Y ÉPOCAS KALI España invertebrada (segunda parte).

martes, 14 de enero de 2020

EL PARTICULARISMO DE: ESPAÑA INVERTEBRADA, DON JOSÉ ORTEGA Y GASSET



Pintura de José Garnelo Alda (Museo Naval de Madrid)

Nada más arriesgado que el intento de «poner música» a la letra con la que en 1921 don José Ortega y Gasset bajo el certero título de España invertebrada ponía de manifiesto la «grave enfermedad que [ya de antiguo] España sufre». Por tanto nos limitaremos a –entresacados del ensayo– apuntar algunos párrafos por lo que tienen de actuales e ilustrativos.

En referencia a catalanismo y el bizcaitarrismo[1] como movimientos, dice:
Ambos no otra cosa que la manifestación más acusada del estado de descomposición en que ha caído nuestro pueblo (pág. 65).

Catalanismo y bizcaitarrismo no son síntomas alarmantes por lo que en ellos hay de positivo y peculiar –la afirmación «nacionalista»– sino por lo que en ellos hay de negativo y común al gran movimiento de desintegración que empuja la vida toda de España (pág. 91).

Hablando de los Poderes Públicos:
¿Qué nos invita el Poder público a hacer mañana en entusiasta colaboración? Desde hace mucho tiempo, mucho, siglos, pretende el Poder Público que los españoles existamos no más que para que él se dé el gusto de existir (pág. 69).

Qué decir de la convivencia..., a nivel de país o estado:
La convivencia nacional es una realidad activa y dinámica, no una coexistencia pasiva y estática como el montón de piedras al borde de un camino (pág. 72).

O de gremios profesionales:
¿Es que el militar se preocupa del industrial, del intelectual, del agricultor, del obrero? Y lo mismo debe decirse del aristócrata, del industrial o del obrero respecto a las demás clases sociales. Vive cada gremio herméticamente cerrado dentro de sí mismo (pág. 74).

En estos o cualquier caso –propone– debiera de primar la tolerancia y el entendimiento:
Una nación es, a la postre, una ingente comunidad de individuos y grupos que cuentan los unos con los otros. Este contar con el prójimo no implica necesariamente simpatía hacia él (pág. 79).

Una sociedad atacada de particularismo (cito a don José pág. 80) prescinde de los demás contemplando al Poder Público como mal necesario de menguada capacidad. La consecuencia es que las instituciones que debieran unir, separan. Ello lleva al autor a preguntarse porqué «España pueblo de tan perfectos electores se obstina en no sustituir a esos perversos elegidos».

Joseph de Maistre (1753-1821), teórico, político, filósofo saboyano sostuvo que: Cada país, pueblo o nación, tiene el gobierno que se merece.

Bernard Shaw (1856-1950), dramaturgo, crítico y polemista irlandés puntualizó: La democracia es la forma de gobierno en la cual los gobernantes no pueden ser mejor que los gobernados.

André Malraux (1901-1976), novelista, aventurero y político francés modificó la frase: No es que los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen.

La asamblea de representación popular a la que llamamos Parlamento debiera ser, atendiendo a don José, un organismo de convivencia, entendimiento, consenso y pacto; en lugar de esto, el espectáculo que día sí día también se nos ofrece a través de los medios de comunicación viene a ser una suerte de «cancha» de enfrentamiento personal y agresivo.

A la espera de que razón y vertebración se produzcan en esta nuestra España de hoy, no tan diferente de aquella de 1921, seguimos leyendo a don José Ortega y Gasset.

Peor que tener una enfermedad es ser una enfermedad. Que una sociedad sea inmoral, tenga o contenga inmoralidad, es grave; pero que una sociedad no sea una sociedad, es mucho más grave. Pues bien: éste es nuestro caso. La sociedad española se está disociando desde hace largo tiempo porque tiene infeccionada la raíz misma de la actividad socializadora. (España invertebrada, pág. 98).



[1] Bizkaitarra: periódico nacionalista vasco editado por Sabino Arana Goiri entre 1893 y 1895