Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 13 de octubre de 2011

Feo, católico y sentimental –Sonata de otoño.



Sonata de otoño; ¿cómo explicar el título? El  desasosiego, hace nuevamente mella en el lector, que   sólo encuentra salida acudiendo al diccionario: “composición musical”
La música (la poesía también es música), suscita una experiencia estética en el oyente,  expresa sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas, incluso describe  paisajes y contrastes. Valle Inclán, en concordancia con las estaciones del año muestra en Sonatas un  determinado estado vital del marqués de Bradomín  -feo, católico y sentimental.
El personaje, del que en este momento no sabemos  nada, es un hombre  ya maduro, mundano y conquistador sin aparente ocupación, cuyo inmoralismo, lejos de producir rechazo, retrata una época y se convierte en un puente entre el personaje donjuanesco creado, y el lector.

“Mi amor adorado, estoy muriéndome, y sólo deseo verte…..”

Los primeros compases, desgarradores, anuncian ya la tragedia, la añoranza de un amor amable, la suave tristeza del otoño.

“¡Triste destino el de los dos! El viejo rosal de nuestros amores, volvía a florecer, para deshojare piadoso sobre una sepultura”.

“¡La pobre Concha se moría!”.

    -Algo me hace releer el  primer pasaje de Sonata de otoño, la armonía de la narración me retiene buscando detalles que no consigo captar. (¿….?).

   -¡Secuencias! ¡Secuencias cinematográficas! El relato, visto como un guión de cine.

La cámara muestra  unas “manos pálidas, olorosas, ideales” escribiendo una carta. Al fondo, difuminado por la niebla, un jardin, un rosal y una sepultura.

Plano general frente a  la espadaña de un convento: “el esquilón de las monjas” repica monótono. En el interior,  el plano de detalle se centra en un  rosario apenas visible:  "a la luz incierta y moribunda que arroja una lámpara  sobre unas manos pálidas”.
La secuencia continúa, la cámara gira mostrando el rosario en otras manos: “Concha rezaba con un rosario igual… y sufría porque nuestros amores  se le figuraban un pecado mortal!”.
Es preciso provocar emoción al espectador, el director cambia a primer plano; las figuras ocupan toda la pantalla: “Algunas veces, sin esperar a que concluyese, me acercaba y la sorprendía”.
La escena en este punto, debe transmitir la fuerza del preludio erótico y es preciso un gran primer plano: “Después sus brazos rodeaban mi cuello y lloraba, lloraba de amor”.

Plano general: Viana del Prior, salón de la casa del marqués, sillón  cerca del fuego “llamaron a la puerta con grandes aldabadas…. Me incorporé sobresaltado…. El mayordomo venía a buscarme para ponernos en camino".

He intentado seguir, pero fue inútil, el primer pasaje me ha atrapado. Será el otoño, será Valle Inclán. No sé.
Al comprensivo silencio que me acompaña.


 Imagen: Casa museo de Valle Inclán (Vilanova de Arousa)

14 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Aunque te has adelantado a nuestro profe, querido Paco, muy acertado tu guión cinematográfico. La verdad que lo que he leido hasta ahora da para una pelicula. Buñuel hubiese sido el director perfecto. Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Excelente comentario, Paco. Desde las tripas del verdadero lector: el que ya no puede salir de las palabras de Valle.

Asun dijo...

Todavía no he empezado la lectura (el libro obra en mi poder desde esta tarde).
Cuando lo esté leyendo pondré mi atención en ir viendo los fotogramas de esa película de cine.

Besos

Firvulag dijo...

Has empezado fuerte y con ganas.

Esta misma tarde empiezo la lectura y, al igual que Asun, intentaré captar esos mismos fotogramas que has descrito.

Saludos.

J. G. dijo...

estoy todavía con la riña esa

J. G. dijo...

estoy todavía con la riña esa

J. G. dijo...

estoy todavía con la riña esa

Abejita de la Vega dijo...

Nos lo has contado con un fondo de piano y una cámara que va haciendo tomas. Muy otoñal, muy decadente, muy nostálgico...ese pazo de Valle Inclán.

Excelente, Paco. Veremos a ver que me sale a mí. Si sale con barbas, San Antón y si no la Purísima Concepción.

Besos

matrioska_verde dijo...

Justamente esta semana pasada, estuvo un amigo mío en la casa de Valle Inclán y me dijo que había salido decepcionado, no recuerdo ahora las palabras que empleó para decirme por qué. Y fíjate que él es un enamorado de Valle, fue el quien me recomendó leer las Sonatas, el año pasado.

biquiños,

MIMOSA dijo...

Yo tampoco he empezado con la lectura, la verdad es que me estoy planteando si comenzarla o no, pero entre la entrada de Pedro y ahora la tuya, me está entrando un gusanillo!!!!
Ya sólo por ponerle letras a esas escenas que nos relatas, vale la pena.
Un abrazo !!

stella dijo...

¡Que placer ha sido llegar, tener un poquito de tiempo y disfutar esta mágica entrada, te felicito de corazón me quero atrapada en ella
Un abrazo
Stella

Ele Bergón dijo...

Había empezado por la Sonata de Primavera, pero voy a dejarla y comenzar de nuevo por la de Otoño.

Me encanta tu frase final. Será el otoño, será Valle Inclán.

Un abrazo

Luz

pancho dijo...

Desde la primera línea del relato ya sabemos el final. El autor nos advierte así de que la clave hay que buscarla fuera del hilo argumental. En 1903 suponía una ruptura con lo que la mayoría de la gente leía. Es curioso que no reniegue de la fragmentariedad de la publicación en los periódicos.

Excelente re-creación sobre el texto de Valle Inclán. El cine estaba en sus albores, pero ya se adivinaba su potencia creativa.

Un abrazo.

Myriam dijo...

Volveré a comentarte la entrada cuando me ponga con Valle...