Emmanuel
Sougez: Deux amies
Para
este desocupado lector cada nuevo libro conlleva nuevas sensaciones. Si el
autor –autora en este caso– es conocido y leído la sensación se acompaña de
expectación; si por añadidura el espacio que forma parte de la trama: Barrio de
la Arena, El Muro, Playa de San Lorenzo, Plazuela de San Miguel, Cimadevilla,
Termas romanas, Revillagigedo…, resulta conocido entonces, la fantasía
verosímil se desborda y me encuentro virtualmente La noche que no paró de llover con «el irresistible encanto de
aquella mujer pelirroja» (pág. 32); perdón, quiero decir con la mismísima escritora: Laura Castañón.
Apenas
sobrepasadas unas páginas creo encontrar algunas claves en tono de mensaje de autora: …, la 104, que había quedado libre (quedar libre en una residencia
de ancianos tenía su aquel) […] (lista de espera brutal, con aquellos precio,
quien lo diría) [...] que no se notara que la desinfección había sido justo antes de
entrar. No da buena impresión. […] el taller literario se ha ido al carajo
mientras…, […] ellos viven de dar buena impresión…, […] el olor a muerte […] de
ausencia y alzhéimer…; remedando a Feli saco la moleskine, la abro y anoto
estos y otros detalles, tal vez el tema vaya por ahí, tal vez no, no sé;
Valeria es una anciana solitaria; Laia y Emma está llenas de vida; Gijón es un
encanto. Dejo al lado las emociones para seguir leyendo.
5 comentarios:
Buena estrategia, yo lo que suelo hacer es subrayar las frases o expresiones que me llaman la atención. Después, en la segunda lectura ya voy escribiendo algo.
La impresión que me da es que la autora ha leído mucho y luego pasa algunas anotaciones de las lecturas a los propios escritos.
Buena y provechosa lectura, yo acabé de leer la novela esta mañana.
Un abrazo.
Excelente, Paco. Abren el apetito.
Si me pongo yo a subrayar frases no leo la novela, je, je. En esto coincido con un amigo lingüista que nos decía el otro día que las novelas las lee su mujer y luego se las cuenta, porque él se pone a tomar notas y no las disfruta.
Yo también coincido con la visión de Gijón como quinto protagonista.
Y va de amor. No de mujeres.
Feliz Navidad Paco.
Me encanta tu blog, un abrazo desde Chile!
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