Imagen: Luis Lonjedo en Las Provincias
Entre
los escritores y crítica de su tiempo y el escritor-empresario-aventurero fiel
al naturalismo en época de las vanguardias que persiguió –o fue perseguido– por
riqueza y fortuna hay diferencias dignas de mención. Frente a la sobriedad la
abundancia; frente a la economía mermada frecuente en la Generación del 98 el
traslado en “Rolls Royce” de la villa de Menton a Monte Carlo; frente a cierta
pasividad una vida de viajes, aventuras, duelos, mítines, cárcel, arengas...;
frente a ediciones cortas y localistas, miles de ejemplares en varias lenguas.
En el éxito pudo residir la razón –o sinrazón– de un olvido consensuado y
premeditado. Pocos o ningún trabajo sobre Blasco prescinde de su frenética
actividad política y social; sus contemporáneos en la escritura se
comprometieron sí; pero en ningún modo con tal intensidad. Escritor de un éxito
impensable a principios del XX, tras Los cuatro jinetes del Apocalipsis recorre varias veces
Europa y América en clave apoteósica asediado por editoriales y productoras
cinematográficas. Millonario, dueño de villas de recreo, viajero en yate...,
mantuvo con orgullo su valencianismo:
Yo sabéis que soy muy
valenciano. Yo soy todo lo que se puede ser de valenciano. Yo he sido bautizado
ahí enfrente, en la «parroquia de los pillos», en la de San Juan. Yo he nacido
en el corazón de Valencia. Yo he jugado en todas estas calles del mercado.
Esta mañana me acordaba yo,
al inaugurar una escuela pública en el Cabañal, y mientras cantaban los niños
de las escuelas de Ayuntamiento, y cuando les oía cantar me decía: “«yo también
he sido xiquet de los que cantaban en la escuela. Yo he pertenecido a las
escuelas municipales y hasta una vez he cantado el mes de María en la iglesia
de San Bartolomé».[1]
y
en consecuencia su españolidad (la marca
España) por el mundo.
[1] ,
Discurso pronunciado en Valencia el 16 de mayo de 1921 al agradecer el
nombramiento de Director honoris causa del Centro Cultural de Valencia.
3 comentarios:
Excelente entrada. Me consta que el personaje te ha atrapado. No merece menos: un autor de éxito que tiene una vida apasionante. Y una obra siempre agradecida para el lector. Comenzamos una aventura plena esta Navidad en la que nos acompaña.
Y todo eso que cuentas lo sabe llevar a las páginas de su novela, introduciéndonos en un mundo de ricos sin demasiados complejos.
¡Tengo muy presente nuestras conversación en Burgos!
Besos y Felices Fietas
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