Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

lunes, 22 de enero de 2024

ANTONIO MACHADO RUIZ. EL INTELECTUAL Y EL HOMBRE – 1

 


Palacio de Las Dueñas (Sevilla) patio del limonero

En una conversación de mayores sobre la vejez oí decir a un crio: «el abuelo, desde el primer principio, siempre, siempre, ha sido abuelo… y ya está».

Esta divagación fuera de contexto nace de, Retrato: Antonio Machado, segunda estrofa, segundo verso.

Ya conocéis mi torpe aliño indumentario.

A veces, algunas veces, no siempre y no todos, la imagen que escogemos de Antonio Machado Ruiz –como el abuelo de la digresión anterior– es la de un hombre de letras, mayor, de «torpe aliño» del que ignoramos –o no pretendemos conocer– etapas anteriores.

El palacio de Las Dueñas de Sevilla pertenece a los Alba desde 1612. En el siglo XIX, el XV duque de Alba, que estaba en el extranjero, dividió el palacio en apartamentos y alquiló algunas dependencias a doce familias “fiables”. Antonio Machado Álvarez (padre de Antonio) conocido por el seudónimo de Demófilo[1], Dr. en letras, abogado, considerado la primera autoridad de su tiempo en los estudios sobre el folclore; administrador e inquilino de las Dueñas, un tanto despistado, lleno de proyectos, cavilaciones y economía escasa de recursos, tuvo, con su esposa Ana Ruiz Hernández ocho hijos, tres de ellos muertos prematuramente. Demófilo, entregado al estudio del flamenco, abandonado por las instancias oficiales y cercado por la dura realidad económica fue perdiendo su fe en la ciencia folclórica.

Antonio Machado nace en el pequeño paraíso de Las Dueñas, rincón único con el que nunca dejó de soñar. Espacio mágico con fuentes, flores y limoneros, pero, el niño tiene que marcharse. De su infancia, salvo su confesión en Retrato: MI infancia son recuerdos de un patio de Sevilla…, poco se sabe. Sí, que, junto con su hermano Manuel fue párvulo en el colegio de un tal «señor Sánchez».

En 1883 Antonio Machado y Núñez (abuelo de Antonio) se traslada a Madrid, donde ejerció como catedrático de Zoología en la Universidad Central. La familia al completo: Demófilo, Ana, sus cinco hijos, el tío Pepe (José Álvarez, pintor discapacitado), el abuelo (republicano irredento), la abuela Cipriana Álvarez Durán y una criada (once personas) comparten piso en la calle Almirante cercana a la Institución Libre de Enseñanza.

Machado Núñez y los suyos, comprometidos con la sociedad y su época asumieron la obligación moral de regenerar y mejorar su país portando la formación por bandera. Cabe pensar por ello que la marcha del abuelo a Madrid tuvo como origen el acercamiento a la ILE, defensora de la libertad de cátedra y opuesta a que la enseñanza tuviera que ajustarse a los dogmas oficiales en materia religiosa, política o moral; para que los nietos iniciaran sus estudios cultivando la responsabilidad individual al margen de la mano de la Iglesia.

Con vuestro permiso, seguiremos hablando de Machado.



[1] "El que tiene cariño hacia el pueblo". Sus componentes léxicos son: demos (pueblo) y philein (amar).



1 comentario:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Mucho más allá de su torpeza indumentaria, en efecto. Machado fue uno de los grandes intelectuales de aquella España.
Una alegría leerte, como siempre.