Estoy
sentado aquí de celebración en un restaurante de “cocina castellana con un
toque canalla”, me acompañan una copa de buen Ribera y una tapa de diseño. El
ambiente, también es de diseño: mobiliario de palés reciclados, paredes
recubiertas con dovelas de cubas y luz, mucha luz. De camino me hago acompañar de Machado, siempre llevo en el móvil
algún «podcast» al que recurrir cuando las musas no me son propicias.
Todo pasa y todo queda: nos levantamos cada mañana
envejecidos un día más y el perfecto mecanismo del corazón sigue su ritmo a
pesar del estrés, el tiempo y los achaques, todo
pasa; invariablemente muchas cosas quedan e incluso pueden mejorar con el
tiempo y la debida puesta a punto.
Hace algún tiempo en
«este» lugar, Manoli
regentaba el bar de su padre con mesas de mármol, partidas vespertinas de
dominó y mus y «chatitos»[1] de
a 55 cts., (de los de entonces), sobre uno de esos mármoles con un café -ya pagado en euros- nació
(octubre 2009) El Alfoz. Tiempo atrás
la plaza con nombre de político y fuente en el centro presumía de castañera «la
Loren», limpiabotas «Beni, el mago del lustre» y niños que rompían cristales
con una pelota de goma errante e irrecuperable.
Los
momentos vividos, por insignificantes que sean, son tan importantes como el
mejor de los noticiarios porque son la noticia de nuestra vida. A veces cuando
escribimos, intentamos llenar de esplendor el relato olvidando lo cotidiano: las
persianas con grafitis, el sex shop del rincón de la calle, el vecino
«marchoso» luciendo bermudas, sandalias y calcetín negro o la madre con hiyab a
la salida del colegio; que son la vida misma.
Nunca perseguí la gloria, pero sin ella y con el ánimo que
aportan los que me visitan intentaré a pesar del tiempo y los achaques cumplir
como el bar de Manoli algunos años más, eso sí, con la debida puesta a punto –susurra a mi oído El
Alfoz.
-Diles algo a ellos –respondí bajito– es tu «cumple».
-“Gracias
por vuestra visita, uno también tiene su corazoncito”.
-“Un
abrazo”.
Decididamente
atacaré la tapa de diseño aun a riesgo de romper su encanto.
Tapa
cedida por: El 51 del Sol.
8 comentarios:
Otros ocho, por lo menos, si caerán, no?
Felicidades y un abrazo.
¡Y qué bien llevados estos años! Queremos más, claro.
Larga vida a El Alfoz y a su autor. La mesa de Manoli recibió la visita de las musas.
o
Paco. ¡Felicidades! Que sean muchos más.
¡Ocho mil felicidades transatlanticas!
Y por muchos años más.
Abrazos, también
Buenas noches, Paco Cuesta:
:)
Felicidades por este octavo cumpleaños. ¡Cómo pasa el tiempo!
Siempre acertada, como compañía para el camino, la poesía de Machado.
Al ver la tapita -aunque está lloviendo toda la tarde y ahora se oye algún trueno-, me he dicho: pues, en un vuelo me acerco a ’El 51’
Dejo ♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫ una versión de la música de Serrat, para ‘Cantares’ ♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫
de D. Antonio, interpretada por mi pianista favorito.
:)
Abrazos.
Besos fraguado en el camino y abrazos que se gestan al andar.
:)
Besos fraguado en el camino y abrazos que se gestan al andar.
:)
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