Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

lunes, 28 de octubre de 2019

SÍ SE PUEDE





A veces, algunas veces, en la algarabía de un atasco, el griterío de un bar o la escandalera de un centro comercial, notamos contra natura, que la soledad duele y uno que porta su propia historia collage de sonrisas, lágrimas, culpabilidades, arrepentimientos y desencantos, se pregunta por qué cuando todo es compañía, te sientes solo.

No tengo la bola de cristal ni varita mágica, pero sí creo que cuando la vida se desarregla un poco, o mucho, el por qué no es lo importante, lo que cuenta es salir de la situación, poner coto a la desmesura. La vida nos lleva a veces, algunas veces, por caminos intransitables que nunca quisimos recorrer, por ello hay que poner los medios para que la soledad se haga bullicio o al menos quede atrás; la prioridad es salir sin perder la dignidad, sin aires de victoria ni muestras de derrota convencidos de que el camino tal vez no sea fácil, pero sí el mejor de los posibles.

La vida no tiene guion establecido, se configura cada día cada hora minuto a minuto, aprendiendo de los errores sin perseverar en ellos.

Si me lo preguntas, diré que es posible salir, volver a empezar. Solo es preciso querer. Si quieres que la vida cambie ¡Cámbiala!

jueves, 17 de octubre de 2019

«VOLVER» DÉCIMO ANIVERSARIO



El reencuentro con las aulas y el eco del tango Volver esparcido sin recato desde el tercero-B por el patio de vecindad, son los culpables. Hoy, remedando la canción de Gardel compuesta allá por 1934, la nostalgia me hace coincidir con el cantante:


Pero el viajero que huye
Tarde o temprano detiene su andar
Y aunque el olvido, que todo destruye
Haya matado mi vieja ilusión
Guardo escondida una esperanza humilde
Que es toda la fortuna de mi corazón

Volver con la frente marchita

                            [...]
Que veinte años no es nada

El desocupado lector a tono con el tanguero entiende que diez –que hoy cumple El Alfoz– lo son menos. Así las cosas, con alevosía y nocturnidad se propone suspender la vacación a sus presuntos seguidores continuando la labor aplazada –que no suspendida– durante ocho meses, diecisiete días y sus correspondientes noches.

Gracias a todos.

Nos leemos.