Nuestras decisiones
producen resultados que guardan relación
con la perspectiva del tiempo. Con lo que cabe preguntarse cuál es el modelo
temporal óptimo:
- Alto si al pasado le damos carácter positivo
- Moderadamente alto si pensamos en futuro
- Moderado
para el momento presente
- Bajo si
adoptamos un modelo de pasado negativo o presente fatalista
Deseo que te guste –ponía
en la pegatina dorada emparejada con un rizo de cinta azul.
- ¡Ábrelo, es sólo un
detalle!
- Que día es hoy. ¿He
olvidado algo?
- Cualquier momento es
bueno para un detalle.
El envoltorio rompió
aguas dando a luz un coqueto aparato del que tras el “ON” correspondiente
surgió la voz de Cecilia:
Era feliz, en su,
matrimonio
Aunque su marido era el
mismo demonio
- ¡Me encanta! Gracias ¡Es
fantástico!
Un cariñoso beso
inmortalizó el momento. Su mente retrocedió en el tiempo cuarenta años. Con la
perspectiva del tiempo, las decisiones tomadas tenían matices diferentes.
Desde un principio enfocaron
sus vidas al futuro, sacrificando en cierto modo horas de sueño, diversiones,
consentimiento personal…. Vivieron para el trabajo, quizás como consecuencia
del ambiente familiar más pendiente del pasado, ubicado en el presente.
Con el tiempo aprendieron
a mantener el equilibrio, agregando dosis de hedonismo en compensación del
sacrificio, sin olvidar el pasado puesto al día. Hoy, pasados los años, la convivencia es más productiva,
más enérgica, más feliz.
La voz de Cecilia se fue apagando.
La-rai-ra, la-rai-ra,
la-rai-ra …..
- Te has quedado
ensimismado
- Cuantos años nos
contemplan juntos. ¿Tantos como a la canción?
- Tal vez más.
Muchos de los conflictos se
resuelven a través del entendimiento personal y ajeno, es obvio, simple y
factible; si se realiza la gimnasia mental adecuada