Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

domingo, 17 de enero de 2010

La conjura de los.... Don Quijote Cap. 32/2



Ante la irrupción del eclesiástico en la escena anterior como elefante en cacharrería, D. Quijote responde a los agravios de un modo razonado, medido y teniendo muy en cuenta la posición de su interlocutor, ésta postura se repetirá a lo largo del capítulo en varias ocasiones, en una mezcla de cordura y locura que atrapa al lector.
Con el lavatorio de D.Quijote por parte no ya de los dueños, sino de los criados, se pone de manifiesto la bajeza de los burladores, que a mi juicio, y he aquí una gran lección del Autor, quedan ante el lector, ridiculizados y descalificados por su propia acción. ¡ Es tan fácil abusar desde el poder !.
La mofa anterior no es suficiente y los duques echan leña al fuego abundando en la poca consistencia  de la teoría de Dulcinea. El caballero, que en su locura, cree firmemente vivir en el mundo que se ha construido defiende con fuerza sus principios, (otra lección).

Al margen de la literatura, la fantasía y la realidad, la locura y la cordura se alternan en nuestra vida diaria. Todos somos un poco cuerdos.

La escena de Sancho utilizado como testimonio contra Dulcinea también ofrece otra lectura : " no es menester ni mucha habilidad ni muchas letras para ser gobernador"; con ésta frase D. Quijote, satiriza en cierta manera a quienes intentan ridiculizarles.

La "fiesta" continúa a cuenta de Sancho, y sólo una incorrecta interpretación de las palabras de la duquesa  dan fin a la burla. Sancho agradecido, se presta a pasar la tarde con ella y con sus doncellas.
¿Serán también ellas tan crueles?

4 comentarios:

pancho dijo...

No debería estar bien visto que el capellán entrara en la burla, por eso Cervantes se las arregla para echarlo de la novela.

Algo de culpa también tendrían los burlados, prefieren la vida regalada del castillo a las calamidades de los caminos. No tienen ninguna intención de sospechar nada de la farsa.

No hay quien se libre, todo el mundo ha hecho alguna locura en su vida. Resultaría sospechoso el que sólo conozca el lado amable y cuerdo de las cosas.

Bien expuestas y resumidas las claves del capítulo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Cervantes nos da una realidad múltiple y cruel. ¿No es así el mundo?

Antonio Aguilera dijo...

Cierto, amigo Paco, que en nuestra vida diaria todos somos un poco Quijotes: alternamos ficciòn y realidad a nuestro antojo.

Los duques al querer mofarse de nuestro caballero, lo que hacen al mismo tiempo es tirar piedras en su propio tejado: dejan al decubierto su bajeza moral.

Abejita de la Vega dijo...

¡Qué cuerdo y qué loco es don Quijote!
Para dar esa genial réplica al prepotente eclesiástico , hay que ser muy , muy cuerdo.
De niños, poetas y locos...
Me gusta tu alfoz.
Un abrazo.