Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

sábado, 27 de abril de 2013

Esguevas: Autobiografía y agua



Esguevas es, la justa excepción a la frase plantar un árbol, tener un hijo, escribir un libro como símbolo de realización. Pedro Ojeda Escudero autor del libro –con la complicidad de Javier García Riobó- no precisa signos externos. Su labor docente es conocida por cientos de alumnos, su compromiso, por cientos de seguidores y amigos. Puedo presumir y presumo de encontrarme en las tres categorías.

Esguevas es, un proyecto que se manifiesta como “turbación interior”, como necesaria e ineludible explosión pirotécnica cuando el encendido de la mecha, alcanza la pólvora contenida en el cartucho.

Esguevas es, como la concesión de un premio literario, el broche justo y necesario que complementa una labor diaria. Pero no es un libro “al uso”. Recoge reflexiones sobre la vida, el quehacer y comportamiento humanos, vistos desde el yo del autor con el agua como metáfora.

Esguevas es, (permíteme Pedro) como un desahogo a esa “turbación interior” por la opresión que sobre nosotros ejerce la ciudad, por la carga personal de los acontecimientos diarios y la necesidad de darles cauce, por la orgullosa insignificancia de lo que somos. Por la indiferencia ante los hechos sencillos: el grito de un niño, el gratificante chorro de una fuente veterana o el discurrir de un río. Por el desamor y la obsesión de poner puertas al campo.

Esguevas es, también un canto al amor, a los besos perdidos no olvidados, a los juegos prohibidos, a la conveniencia de dotar de  color a la mirada. A esos jardineros ausentes a los que recordamos por su golpe de azada, por el preciso corte antes del brote en la rosa adecuada que otras manos menos rudas, ya en la casa, mezclaban con hierbabuena.

Esguevas es, el sentido homenaje a los que no están. Sus sonidos y aromas nos siguen acompañando.

No olvido aquella observación al final de clase: Hay tantas obras como lectores. ¡Hasta mañana! Este desocupado lector lo ha visto así.

Gracias Pedro. Gracias Javier

10 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Has hecho una crítica preciosa al "Esguevas" de nuestro profe y García Riobó. Ardo en deseos de leerlo :) Besotes, M.

Abejita de la Vega dijo...

Lo leeremos, nos sumergiremos en el agua dela esgueva.

Besos, Paco.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Gracias, Paco. Un abrazo, un fuerte abrazo.

pancho dijo...

Bonitas y sentidas palabras, y bien presumido, los autores se lo merecen a poco que el papel se parezca un poco a su producción en internet.

Un abrazo

Kety dijo...

Comparto todas tus palabras. Merecido homenaje a Pedro y a Esguevas.
Un abrazo

Myriam dijo...

Precioso

Marina dijo...

Gracias Paco por decir lo que pienso y que no sé por qué no me salía tan perfecto.

Un abrazo, pero de los muy muy fuerte.

Por cierto, el libro es una gozada.

Besos

matrioska_verde dijo...

precioso homenaje, preciosas todas y cada una las palabras que les dedicas, que te honran a ti y que honran a Pedro.

biquios,

Gelu dijo...

Buenas noches, Paco Cuesta:

Conocemos el hacer de Pedro Ojeda Escudero, día a día.
El tono que emplea en sus escritos le sale de lo profundo.
El resultado es hermoso, como son sus sentimientos.
Las fotografías, de un amigo que le conoce bien.
Tendré el libro a mano.

Abrazos.

matrioska_verde dijo...

ya lo tengo en casa.
biquiños,