Por descuido o propósito el libro ganó espacio
a carpeta y hojas sueltas dejando a la vista la imagen de Lorenzo Silva
presidiendo la contracubierta, dos rotuladores, la regla y un lápiz completaban
el bodegón. A la derecha, el portátil a la espera, con la hoja de Word abierta.
- ¿Puedo? –Preguntó con el libro ya en la mano-
la marca del meridiano, pero… ¿no estabas con Pío Baroja?
- Las cosas no son eternas, y las lecturas se
empiezan con la intención de acabarlas.
- ¿De qué va?
- Por un lado yo diría que es un retrato de
sociedad en el marco de novela policíaca que engancha al lector no sólo por el
suceso, también por la faceta humana de los protagonistas y sus relaciones que se sobreponen en
ocasiones a la propia investigación. Quizás otro aliciente sea la
contemporaneidad, podríamos imaginar que se desarrolla hoy mismo.
- Por lo que dices, te ha gustado. ¡La leeré!
- Es una buena novela. Por cierto, prometiste
seguir nuestros comentarios en los blogs del club. Si así hubiera sido sabrías
algo del tema, de sus personajes, que pertenece a una saga del autor, y que
como apuntó el profe del club, convierte en presunto el anonimato obligado para optar al premio:
“Por eso, nada más entrar en estas
páginas uno se encuentra con viejos conocidos si ha leído otras novelas de la
serie (una de las formas más divertidas de desmontar lo que significa el Premio
Planeta es que se lo den a una novela presentada de forma anónima en la que los
personajes son tan conocidos para todos)”.
- ¿Todo eso
hubiera aprendido?
- Eso y más,
te dejaré el libro con una condición: que compres otro de la serie y lo
compartimos.
- ¿Cuál de
ellos?
- Tú misma. ¡Sorpréndeme!
6 comentarios:
Las cosas no deben ser eternas, pero a mí Baroja se me está eternizando. Me encanta que Aurora roja dure lo que tenga que durar. La buena literatura nunca cansa, despasito se saborea mejor.
No es mala idea la de intercambiar títulos del mismo autor, quiere decir que te ha dejado con ganas de seguir leyendo sus aventuras.
Un abrazo.
¿haciendo chantaje a tu edad, Paquiño?... pero bueno, tratándose de lo que se trata, tienes el perdón concedido ;.)
biquiños,
Tu amigo tiene cinco donde elegir. Buen trato el tuyo.
A Pancho se le está eternizando Baroja, a mí también me pasó, sobre todo esa tercera parte del tercer libro. Y acabado el entierro del anarquista idealista Juan, me voy con la sargento Chamorro que se queja de que Ruben la oculta algo. Siglo y pico de salto.
Veo que sigues estudiando, todo un ejemplo para tanto aburrido como hay por ahí.
La conversación con ese compañero curioso ha resultado ser una buena introducción de la novela.
Besos, Paco.
Suscribo al comentario de Aldabra jajaja
Besos
Bueno yo ya me he comprado este libro que he empezado a leer del "La marca del meridiano". Espero seguir y no atascarme o entretenerme con otros quehaceres de jubilada.
Entraré en ese retrato de sociedad que apuntas y la faceta humana de los protagonistas que tú tan bien apuntas
Un abrazo
Luz
¡Magnífica condición!
En efecto, engancha por la humanidad de los personajes. Son muy creíbles, tanto como la situación social y el crimen.
Publicar un comentario