Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 7 de enero de 2016

ARMONÍA, INTERÉS Y DRAMATISMO EN EL MARCO NARRATIVO: Los pazos de Ulloa, Emilia Pardo Bazán



Armonía, interés y dramatismo conforman Los Pazos de Ulloa desde el primer capítulo gracias a la técnica narrativa de doña Emilia Pardo Bazán. 
El marco, las perspectivas dispares de los habitantes del pazo, los primeros enfrentamientos que sus actitudes producen, dan lugar al conato  de huida del cura Julián. La agresión del marqués a su concubina, la sumisión de esta a la autoridad de Primitivo y su posición dominante –por encima de la del marqués- en el pazo, son el prólogo explicativo de un drama anunciado. La acción, a partir de este punto, se entrelaza y complica en continuas transiciones que, en deliberada espera, aumentan el interés dramático mostrando las reacciones de los personajes hasta que, con el nacimiento de la hija de Nucha, el desenlace adquiere una forma teatral:
En medio de su doloroso vértigo oyó una la voz que le pareció resonante como un toque de clarín… La voz decía algo. Julián entendió únicamente dos palabras:
-      Una niña
A partir de aquí, el estado físico y moral de Nucha, el entorno, la atmósfera creada, todo, hace presagiar el drama. Sabel vuelve a gozar del favor del amo, Nucha descubre los orígenes de Perucho y como colofón doña Emilia introduce la intriga sentimental entre Nucha y el capellán. Es necesario destacar como, el dramatismo se ve atenuado con escenas de contraste introducidas en la narración como la parte dedicada a la caza con las exageraciones propias del gremio y la utilización de Julián como elemento jocoso; o el tema de las elecciones y la política local con lo que, utilizando el fracaso político del marqués como punto de apoyo, se introduce de nuevo el drama: Nucha se ve obligada a permanecer en el mundo hostil de los pazos.
Armonía, interés y dramatismo.

Imagen: El vagón de tercera clase (Honoré Daumier)

3 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Muy bien visto, Paco. Es justo este momento el crucial para cambiar el ritmo. Una vez planteada toda la situación comienza la acción de verdad. Una magnífica forma de estructurar la acción por parte de la autora.

Myriam dijo...

Mejor dicho, imposible!!!

Gracias, Paco

Y muy feliz Año flamantemente nuevo!!!

Besos

Gelu dijo...

Buenos días, Paco Cuesta:

El lenguaje de los gestos, involuntario, como cuando hablaron los ojos del capellán ante la escena del baño de la nena y Perucho.
Y por respuesta la crueldad de Nucha con el niño y la reacción de éste; escena explicada de forma magistral.

Abrazos