Armonía, interés y
dramatismo conforman Los Pazos de Ulloa
desde el primer capítulo gracias a la técnica narrativa de doña Emilia Pardo
Bazán.
El marco, las
perspectivas dispares de los habitantes del pazo, los primeros enfrentamientos
que sus actitudes producen, dan lugar al conato de huida del cura Julián. La agresión del
marqués a su concubina, la sumisión de esta a la autoridad de Primitivo y su
posición dominante –por encima de la del marqués- en el pazo, son el prólogo
explicativo de un drama anunciado. La acción, a partir de este punto, se
entrelaza y complica en continuas transiciones que, en deliberada espera,
aumentan el interés dramático mostrando las reacciones de los personajes hasta
que, con el nacimiento de la hija de Nucha, el desenlace adquiere una forma
teatral:
En medio de su doloroso vértigo oyó
una la voz que le pareció resonante como un toque de clarín… La voz decía algo.
Julián entendió únicamente dos palabras:
- Una niña
A partir de aquí, el
estado físico y moral de Nucha, el entorno, la atmósfera creada, todo, hace
presagiar el drama. Sabel vuelve a gozar del favor del amo, Nucha descubre los
orígenes de Perucho y como colofón doña Emilia introduce la intriga sentimental
entre Nucha y el capellán. Es necesario destacar como, el dramatismo se ve
atenuado con escenas de contraste introducidas en la narración como la parte
dedicada a la caza con las exageraciones propias del gremio y la utilización de
Julián como elemento jocoso; o el tema de las elecciones y la política local
con lo que, utilizando el fracaso político del marqués como punto de apoyo, se
introduce de nuevo el drama: Nucha se ve obligada a permanecer en el mundo
hostil de los pazos.
Armonía, interés y
dramatismo.
Imagen: El vagón de tercera clase (Honoré Daumier)
3 comentarios:
Muy bien visto, Paco. Es justo este momento el crucial para cambiar el ritmo. Una vez planteada toda la situación comienza la acción de verdad. Una magnífica forma de estructurar la acción por parte de la autora.
Mejor dicho, imposible!!!
Gracias, Paco
Y muy feliz Año flamantemente nuevo!!!
Besos
Buenos días, Paco Cuesta:
El lenguaje de los gestos, involuntario, como cuando hablaron los ojos del capellán ante la escena del baño de la nena y Perucho.
Y por respuesta la crueldad de Nucha con el niño y la reacción de éste; escena explicada de forma magistral.
Abrazos
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