Aun cuando se trate de ese manojo de
cartas que atadas con una cinta aparecen en la vieja cómoda arrinconada en el
desván, noventa cartas son muchas y abordar su lectura se hace laborioso. La
resistencia aumenta si se redactaron en el último cuarto del siglo XVIII, no pertenecen
al recuerdo de nuestra adolescencia y están impresas y encuadernadas. En Cartas marruecas, José Cadalso que hábilmente
recurre en la introducción al recurso cervantino de otro autor -“La suerte
quiso que por muerte de un conocido mío cayese en mis manos un manuscrito…”- rompe
la dificultad cuantitativo-temporal haciendo intemporal su novela-ensayo porque la verdad está por encima de
todo: “Otros lo han dicho antes que yo; pero no por eso deja de ser verdad y
verdad útil” (Carta XLVIII). Cadalso aborda el problema de España considerando
el pasado desde el presente del XVIII, nosotros debemos abordar la lectura de
las Cartas situados en la realidad del
XXI. La sola selección de algunos párrafos, sin más comentario, nos pone en
situación:
Las
Autonomías
“Aun dentro de la española hay
variedad increíble en el carácter de las provincias. Un andaluz en nada se
parece a un vizcaíno; un catalán es totalmente diferente a un gallego y lo
mismo sucede entre un valenciano y un montañés. Esta península dividida tantos
siglos en diferentes reinos, ha tenido siempre variedad de trajes, reinos y
monedas”. (Carta II).
La
Educación
“El atraso de las ciencias en España en
este siglo, ¿quién puede dudar que procede de la falta de protección que hallan
sus profesores? […] Pero yo te aseguro Ben-Beley, que si señalasen premios para
los profesores, premios de honor, o de interés, o de ambos, ¿qué progresos no
harían? Si hubiese siquiera quien los protegiese, se esmerarían sin más estímulo;
pero no hay protectores.” (Carta VI).
La
Lengua
¿Quién creyera que la lengua tenida
universalmente por la más hermosa de todas las vivas do siglos ha, sea hoy una
de las menos apreciables? Tal es la priesa que se han dado a echarla a perder
los españoles. […] cuando se hallan con alguna hermosura en algún original
francés, italiano o inglés, amontonan
galicismos, italianismos y anglicismos, […] Añaden al castellano mil frases
impertinentes. Lisonjean al extranjero haciéndole creer que la lengua española
es subalterna de las otras. Alucinan a muchos jóvenes españoles disuadiéndoles
del indispensable estudio de su lengua natal.“ (Carta XLIX).
La
Política
“Política viene de la voz griega que
significa ciudad, de donde se infiere que su verdadero sentido es la ciencia de
gobernar los pueblos, y que los políticos son aquello que están en semejantes
encargos […] pero han usurpado este nombre estos sujetos que se hallan muy
lejos de verse en tal situación ni merecer tal respeto. […] Políticos de esta
segunda especie son unos hombres que de noche no sueñan y de día no piensan
sino en hacer fortuna por cuantos medios se ofrezcan.” (Carta LI).
La
Fiesta Nacional
“Hoy he asistido por mañana y tarde a
una diversión propiamente nacional de los españoles, que es lo que ellos llaman
fiesta o corrida de toros. […] no hay un autor extranjero que hable de este espectáculo, que no llame bárbara a la nación que aún se complace en asistir a
él.” (Carta LXXII).
Posdata
Entiendo Cartas marruecas como un ensayo epistolar sobre las costumbres españolas que puede
leerse en cualquier momento y orden. Cada relectura que estas líneas consigan de
las Cartas será otro homenaje más a la obra de Cadalso.
4 comentarios:
Excelente propuesta. En efecto, es un ensayo en forma de novela epistolar. Y muy, muy actual, como acabas de demostrar.
Arrancamos un curso, Paco. Gracias, de nuevo.
Cadalso era un ser humano con inquietudes de ser humano. Por eso nos suena familiar. Pero su mundo era muy diferente al nuestro. Todo cambia y todo permanece.Besos Paco.
Excelente analisis, Paco!!! Y la actualidad deja a uno pasmado.
Besos
Excelente analisis, Paco!!! Y la actualidad deja a uno pasmado.
Besos
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