Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

viernes, 8 de enero de 2010

Retrato o crítica. Don Quijote Cap. 31/2


Normalmente queda establecido que Don Quijote de la Mancha es una crítica o sátira de las novelas de caballería. Llegados a éste capítulo se plantea una duda razonable: Estamos ante una crítica, ante un retrato social, o ante ambas cosas.

Ante una situación similar es difícil no dejarse llevar. Un loco soñador y un inculto campesino, son recibidos como personajes por un duque, una duquesa, doncellas y lacayos. ¿resistiríamos nosotros semejante prueba?.
Sancho, el pobre Sancho tiene su autoestima tan elevada, que se permite dar órdenes al personal del castillo, vejando a la dueña e incluso a su amo con la alusion de un cuento "sentaos majagranzas....".
Don Quijote, protagonista (sin saberlo) de la comedia se ve, ahora sí, como el caballero andante más solicitado de todos cuantos han existido, reconocido y adulado por toda una corte y pueblo (éstos si saben su papel) encabezados por el duque.

Se pueden hacer mil conjeturas sobre la intención de D. Miguel al escribir. Podemos apreciar una gran crítica hacia un sector de la sociedad que usando y abusando de su posición, poder y conocimientos, utiliza a las "castas inferiores", hasta convertirlas en marionetas de su particular teatro. Y también un retrato de la clase inferior menos culta y poderosa, que manejada, cede sin remedio, creyendo que se acerca así a quien les colma de promesas y beneficios futuros.

Hay dos momentos en que el Autor hace una llamada, un paréntesis, como otorgando a los burlados el recurso al pataleo. Uno en la discusión de Sancho y la dueña. Otro, que a lo que se aprecia queda para el próximo capítulo, con la intervención del eclesiástico a la que D. Quijote "con semblante airado y alborotado rostro dijo: ....." 

4 comentarios:

pancho dijo...

La duquesa esá empeñada en poner a Sancho al mismo nivel del Hidalgo. Le interesa un escudero dicharachero y crecido para mejor cumplir su objetivo de chanza y burla.

El Quijote, entre otras muchas cosas, es un estupendo retrato de la España del XVII.

Doña Rodríguez nos sale respondona. Conociendo al autor, como lo vamos conociendo este personaje va a dar mucho de sí. También porque ya lo apuntan los comentaristas que ya han leído la obra antes.

Excelente planteamiento de los temas del capítulo.
Saludos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Cervantes no dejó de criticar todos los estamentos, pero fue más duro con la nobleza: a ellos correspondía dirigir el reino.
Excelente perspectiva de análisis.

Antonio Aguilera dijo...

PACO:
Respecto a la duda que mencionas, yo creo que Cervantes mata varios pájaros de un tiro. A la clásica idea de parodiar los libros de caballería,
habría que sumar el retrato de varios segmentos de población;hoy en concreto la de estos aristócratas y la del eclesiástico "malafollá".
Unamuno en su libro "Vida de don Quijote y Sancho" arremete contra el clérigo mencionado con condenas bíblicas incluidas.
Los dos momentos que tu refieres son de antoogía, muy buenos: la bronca de Sancho con La Rodríguez, y la que se nos queda en ciernes para la semana que
viene, la respuesta de don Quijote al "curaco".

Verdaderamente nos tiene atrapados don Cervantes.

Un abrazo amigo

Myriam dijo...

A mi me gusta mucho la Critica social, como lo señalas, que hace Cervantes y de la forma como la hace y además burlando la estrictísima censura inquisitorial. ¡Cuánto valor! También me gusta el retrato costumbrista de la época que hace.

Un abrazo