Imagen: Silvia Tarafa
Desde el momento en que don Quijote es sacado en “silla de manos que mandó traer el visorrey” tras aceptar las condiciones impuestas por el de la Blanca Luna, los desocupados lectores, sabemos que su retirada es un hecho. En esta ocasión veo el camino hacia “ Un Lugar de la Mancha” plagado de símbolos, “hitos”, diríamos utilizando la acepción pastoril (mojón que sirve para indicar la dirección).
Su propia imagen:
Va vestido de camino, sin armadura, como si se despojara de su envoltura de caballero socorredor de menesterosos.
Sus armas:
Veladas con devoción en la “capilla del castillo”, descansan ahora sobre el lomo de un jumento, compañero inseparable de Sancho, pero jumento al fin.
Vuelve al lugar de su derrota:
Se dice que el culpable vuelve al lugar del suceso para justificar sus actos. Don Quijote se justifica a si mismo: es la mala fortuna y no la cobardía lo que le lleva a tal situación.
El caballo:
Cervantes ha creado un personaje al que no es fácil hacer cambiar, no ha lugar a encantamientos, hace a Rocinante símbolo de la derrota cuando realmente el responsable de la montura es el caballero.
Cuélguense mis armas:
Acepta en principio la sugerencia del escudero, en la época, las armas colgadas de un árbol eran símbolo de victoria para un caballero. Sancho, el filósofo práctico, cansado de caminar, quiere ocupar el lugar de las armas en el rucio y ofrecer a su amo el “honor del árbol”.
Hasta cinco días se pasan ambos en estos razonamientos con los que Sancho, continuando la labor del bachiller pretende sin tapujos que don Quijote abandone incluso a Rocinante.
El gordo y el flaco:
Don Quijote que reconoce estar para pocas, cede al exgobernador –nuevo reconocimiento de su inferioridad- la solución del problema planteado por los labradores.
Tosilos lacayo:
Recibe cien palos por no pelear como tenía ordenado y la moza con quien pretendía casarse es internada en un convento. Símbolo ya repetido en otros encuentros (Andres y Juan Aldudo); la justicia se somete al capricho de los poderosos
Tosilos correo:
Supone el último “hito” en el camino del presente capítulo. Deciamos que don Quijote no es fácil de someter a cambio y Cervantes lo pone de manifiesto en este episodio, el correo es tratado de falso y encantado y Sancho de glotón. Don Quijote no acepta invitación alguna, mientras que “Sancho el Positivo” da buena cuenta del vino y queso del Tronchón, seguro de que las viandas no proceden de ningun encantamiento.
“Sin duda este tu amo, Sancho amigo, debe de ser un loco” –afirma Tosilos.
“¿Cómo debe? —respondió Sancho. No debe nada a nadie, que todo lo paga, y más cuando la moneda es locura”.
En este diálogo la sentencia es clara: solamente don Quijote es responsable de su locura; está loco de remate y derrotado.
11 comentarios:
Qué buen análisis del camino. En efecto, sólo don Quijote es responsable de su sueño y de su derrota.
D.Quijote está moralmente hundido, no está "ni para dar migas a un gato", como él mismo dice. No se levantará ya su ánimo.
Estpuendo analisis, amigo.
Un abrazo.
Como duele la derrrota....
DQ ya no puede ser el mismo sin su armadura, en cumplir su penitencia está el triunfo de su desempeño.
Capítulo de gran carga simbólica; buen apunte el del armamento colgado de un árbol. S anda listo para desocupar la albarda de su rucio, pero mete la pata en mentar lo de Rocinante.
Excelente el razonamiento de tu análisis, aunque yo haya visto algunas cosas distintas, es el precio que nos hace pagar la célebre ambigüedad cervantina.
Correos a pie; no había prisas en la época.
Cuando a Quijo no le interesa un asunto (caso de Tosilos) saca a relucir a los encantadores... Qué cuco. Besotes, M.
Has desgranado uno a uno todos los, como tu dices, "hitos" de la retirada.
Un abrazo
Me han gustado tus hitos...porque los describes genialmente... Don Alonso, efectivamente es el culpable de lo que quiso ser y no consiguió...pero sino hubiese sido así...que habría sido de la novela y qué de nuestros comentarios...un abrazo amigo
Sí, ahora es don Alonso,con traje de viaje y las armas en el rucio. Ya nada es como antes, don Quijote no está para dar migas a un gato. Se aparta y espera a que Sancho haga los honores al condumio de Tosilos.
Acompañémoslo en su triste regreso al lugar de la Mancha , donde le esperan.
Un abrazo, Paco.
Vemos "preocupados" el desmoronamiento físico y moral de nuestro "antihéroe" (moral muy alta antaño, pero pocas victorias).
Nos compensa Cervantes con el crecimiento y engorde intelectual de Sancho; y eso, que éste come..., no como Rocinante, metafísico por no comer.
Saludos amigo
Qué triste es la derrota aunque se trate de un loco.
Genial
Saludos
El amargo sabor de la derrota.
Gracias por tu visita Kety.
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