Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 3 de febrero de 2011

La ciudad Purgatorio



Picasso
Transcurrido el periodo de gestación, el tostador dio a luz felizmente con un “clac” en sustitución al preceptivo azote, a dos tostadas morenas y bien formadas, la aceitera, solícita, extendió sobre ellas una fina capa de aceite de oliva para protegerlas del ambiente externo y calmar, en lo posible, la irritación del parto.
Había pensado pasar por el casco antiguo como ejercicio previo para integrarse más con La Ciudad; el relax de la ducha, la luminosidad del día o quien sabe qué circunstancia cambiaron el razonamiento. Estaba volviendo a la postura inicial -ya descartada- y al peligro de identificarse en exceso con el espacio físico de la novela
En el extremo opuesto del auricular, navegando por la maraña de hilos del “telefonillo” se abrió paso una voz:
- Soy yo.
Haciendo el recorrido inverso contestó otra:
- Ahora bajo.
- ¡Buenos días!
- ¡Hola!
- Entonces, vamos por el centro.
- No. Mejor por el paseo, aprovechemos el sol.
- Pero…
- Verás. He pensado que es mejor dejar espacio a la imaginación, no es necesario para leer una obra conocer el lugar donde se desarrolla la acción. La ciudad del Gran Rey es un lugar real y ficticio al mismo tiempo, las leyes físicas no se cumplen en su interior, calles y edificios son mutantes, pero ¡cuidado! sólo algunos, los extraños se pierden en ella. Creo que el autor, con un giro literario quiere transmitirnos la sensación de ser transportados a una civilización desconocida, y siendo así: ¿Qué objeto tiene conocer con detalle algo que para los protagonistas no es real, no existe?
- ¡Vale! ¿No te parece una obra un tanto esperpéntica? Al menos en la deformación de la realidad y la crítica social, si lo parece.
- La novela es un reto del autor al lector, se han conservado personajes y lugares de Inquietud. Los lugares, ya hemos visto, cambian, los personajes muestran un amplio abanico de reacciones e instintos representativos del comportamiento humano en un medio hostil, no en el propio.
- ¡Ya! El reto de los instintos está claro. Hay una constante erótica que se repite a mi juicio sin conexión lógica.
- Podría ser un modo de expresar sentimientos, o también el reflejo o denuncia del primitivismo que camuflado por los condicionantes sociales subyace en la humanidad,
- ¡Lucia! ¡Por favor! Los sentimientos no llevan obligatoriamente carga erótica.
- Solo quería hacer de abogado del diablo. No sé.
- Y. …¡Qué me dices de esos “retratos” que aparecen sin conexión con la narración?
- ¿Retratos….?
- Retratos, micro relatos, reseñas. No recuerdo bien, veras.... el ama de cría hija de la molinera, los enchufes con lengua bífida el espejo del Salón Parisiana. Relato dentro del relato, o como se llame.
- Yo los veo como una especie de oasis en el desierto, hay un cierto carácter de cordura en ellos, casi todos son menos ficticios que el conjunto de la narración.

Una garza real, ajena a la expectación que despertaba en los transeúntes jugueteaba, antes de almorzar, con un pez de considerables dimensiones en la orilla del rio.

- Es preciosa ¿Verdad?
- Preciosa. ¡Lástima de cámara! No volveré a salir sin ella.

12 comentarios:

en el Arlanzón dijo...

Una garza real, ajena a la expectación que despertaba en los transeúntes

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Sobre los relatos breves insertados hablaré la próxima semana.
Por ahora, alabar tu perspicacia sobre lo real y lo fantástico y la estampa final, que serena y detiene el ánimo.

Myriam dijo...

Me gustío mucho el inico d etu relato cn la tostadora parturienta! ¡Es genial!

A mi también me parecieron esos relatos insertados retazos de "normalidad". Como mozaicos de los habitantes que no eran los personajes principales. VEremos que nos dice Pedro al respecto.

Besos

Merche Pallarés dijo...

A mi también me ha gustado mucho el parto de la tostadora... Le viene ni que pintado para empezar a comentar esta "Ciudad del Gran Rey". De las historietas insertadas que Esquivias nos ofrece como un respiro y un poco de cordura dentro de esa locura, me gustó mucho la de correos. Besotes, M.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Ese parto de la tostadora es de antologia, amigo, delicioso relato.

Un abrazo...!

matrioska_verde dijo...

Al principio estos relatos dentro del relato principal, micros o como queramos llamarles, me descolocaban un poco pero ahora ya les he ido tomando gusto y es como bien dices en el diálogo, una vuelta a la realidad, para que no perdamos esa perspectiva dentro del esperpento que es todo lo demás.
Este texto sí que lleva mucha carga erótica, todo el tiempo, de forma explícita y de clara tendencia homosexual, no como en Inquietud que estaba algo más velada; tanto que yo ni siquiera me había dado cuenta de la homosexualidad de Rodrigo. Las pocas mujeres que hay, en realidad sólo la Millonetis tiene protagonismo parecen asexuadas. En fin, es anecdótico sin más.
Biquiños,

Abejita de la Vega dijo...

La garza nos trae de cabeza a los burgaleses, hay que llevar cámara por si aparece.

Un relato dentro de un relato, nos presentas tu muñeca rusa.

El escritor nos ofrece un reto, ante un texto como ése. ¿Qué hacer? ¿Qué es esto? ¿Lo mando a paseo? ¿Me sumerjo en esas fantásticas aguas? ¿Qué hago con los retales de otra tela? ¿Los coso?
Un abrazo, Paco

Asun dijo...

Jajajajaja, esa tostadora si que es como sacada de la Ciudad del Gran Rey.
Estoy de acuerdo con el resto de compañeras en lo referente a los microrelatos.

Un abrazo.

MIMOSA dijo...

Me ha encantado el relato, la agilidad con la que versas sobre las circunstancias acontecidas en esta "La ciudad del Gran Rey", arrancando desde una realidad tan cercana como ese conversación amena entre dos amigos.
Y una vez más me quedo con la imagen elegida, que nos sitúa en la historia acontecida, sin duda.
Un abrazo

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

los micro relatos son como el despertad de la pesadilla del resto de los personajes...un abrazo

pancho dijo...

La estructura de la novela continúa la ya comenzada en Inquietud: distintos personajes hacen su propio camino en la nueva ciudad. Por ahora el punto de confluencia es el blocao, veremos si es el mismo para todos en la continuación en los siguientes capítulos.

La novela no carece de complejidad narrativa. Similar a estos relatos tuyos tan bien estructurados.

Teresa dijo...

Hola Paco, estoy tan perdida en la lectura que me costará ponerme al día. Un saludo inquietante...