Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

miércoles, 5 de octubre de 2011

Diálogo en la facultad -Riña de gatos-




Un caluroso y agradable día de este  Octubre, estudiantil y otoñal:

El patio de la facultad, alejada ya  la apatía vacacional, rejuvenece  con la incorporación de la muchachada universitaria. Carpetas nuevas, nuevos horarios, reencuentros y risas. El profesorado,  a modo de calentamiento para los todavía lejanos exámenes, encomienda los primeros temas, lecturas y trabajos.

    -Nunca pensé que comenzaríamos con Eduardo Mendoza.

    -¡Hombre! La asignatura es Literatura contemporánea.

    -¡Pero tanto…! Yo pensé en Cela, Delibes, si me apuras, hasta Gimferrer.

    -¡Mendoza es anterior. De 1943!

    -¡Vale! Tienes razón en las fechas, quizás me condiciona en Riña de Gatos lo del Planeta.

   -Seguro. Recuerda que el profe lo advirtió el primer día haremos el camino inverso, “de la actualidad, hacia atrás”. El 2010 es actualidad.

    -No sé, puede ser saturación sobre el “36”, creo que es un tema superable, y superado.

    -Por algo hay que empezar, Mendoza es un autor, leído al margen del Premio.

   -Me cuesta situar la novela, no sé si es intriga, historia reciente, tratado de pintura… Los personajes son un tanto peculiares: o héroes románticos, o figuras de comic. Curiosamente y como excepción, el punto de realismo lo aporta una prostituta.

  -Los personajes son una de las claves, se trata de aportar humor, al tiempo que incertidumbre mientras se describe a una parte de la sociedad de la época.

   -Humor, lo que se dice humor, hay que buscarlo. Mas bien, hay una sucesión de escenas digamos de comedia: amantes en el armario o bajo la cama
.
    -¡Justo! Hace caricatura de la sociedad, con pinceladas cómicas.

   -He quedado un poco saturado de citas pictóricas y políticas, abrumado por la ingenuidad del protagonista, pero, quizás tengas razón, es una novela para leer en clave superficial, con sus intrigas y variaciones.

    -En efecto, la novela es, lo que ha querido el autor que sea: un Premio.

    -Después de lo dicho, sigues recomendándome ¿La ciudad de los prodigios?

    -Ahora con más motivo.

Como ya habrán adivinado los lectores que amablemente siguen este blog, el diálogo es , consecuencia de las cuatro entradas anteriores sobre Riña de gatos con el valor añadido de  los comentarios que en ellas han tenido a bien realizar mis seguidores. ¡Gracias!


16 comentarios:

pancho dijo...

Ese profesor tuyo sabe lo que hace. Así nunca le podrán decir que sólo le dio tiempo a llegar a la generación del 98 (perdón, que no existe) o del 27.

Hay mucho talento literario en este breve diálogo sobre las claves de la novela.

El punto de realismo y costumbrismo lo aporta la Toñina y las escenas de las tabernas, muy bien dibujadas en el relato, para mí lo mejor de la novela.

Un abrazo.

Firvulag dijo...

Buenas entradas y mejor resumen.

Efectivamente Mendoza es un autor al margen del premio pero la novela está escrita para el premio, al menos eso me parece.

Y esperemos que la próxima novela de autor contemporáneo no verse sobre el 36.

Un abrazo.

José Manuel.

Merche Pallarés dijo...

Diálogo muy real, si señor. Besotes, M.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Como me hubiera gustado sumarme a esta lectura, querido amigo...en fin, no ha podido ser. Prometo hacer todo lo posible para estar en la próxima.

Un abrazo...!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Es una excelente conclusión, Paco, excelente. Me adhiero a lo que dices, la novela es precisamente lo que el autor ha querido que sea: un Premio.
Mi entrada de esta noche va precisamente por ahí.

stella dijo...

Interesante y amena, no he leído los comentarios a que te refieres, pero en otro momento con más calma lo haré
Te doy las gracias por llegar a mi blog ¡y como no! te felicito por el tuyo
Un abrazo
Stella

J. G. dijo...

Mendoza es como Galdós, aunque diferentes

Estrella dijo...

Qué buen punto final, Paco. Excelente.

Saludos.

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Buenas noches Paco, simplemente le invito a quedarse en mi espacio «Estoy a tu lado»
Con ternura
Sor.Cecilia

Asun dijo...

No dejas de sorprenderme,PACO. Has hecho una estupenda recopilación de la diversidad de opiniones y temas tratados en la novela. Y todo de la forma más natural.

Besos

Abejita de la Vega dijo...

Me gustaría haber metido baza en esa conversación entre estudiantes. A saber quién es ese profesor que parte de 2010 y va hacia atrás. Lo que dice Pancho, nadi le dirá eso de "es que no llegamos a ..."

Es un libro que va convirtiéndose en literatura de consumo, progresivamente, capítulo a capítulo. Lo del espía soviético cafre, ya se lo he dicho a Pedro, no sé si lo he visto en "El tiempo entre costuras" o en el de Julia Navarro.

Muy logrado tu diálogo. Espero que a los blogueros no nos utilicen como "rincón del vago", yo ya me entiendo...

Besos, Paco.

Raul Rentero dijo...

no lo he leído y eso que Eduardo Mendoza es uno de mis autores preferidos!
un saludo
RAUL

MIMOSA dijo...

Una guinda como colofón a esta lectura compartida, un diálogo que hace resumen a la obra en sí, distendido y con la relevancia necesaria. Nunca dejas de sorprenderme con tus entradas.
Un abrazo Paco.

PENELOPE-GELU dijo...

Buenos días, Paco Cuesta:

Los comentarios son -como muy bien has recogido- una forma de conversar entre amigos.
Estoy pensando que en los lectores de 'Riña de gatos' habéis buenos escritores, e incluso cineastas.
En cada lectura hacemos una película en nuestra mente. Por ese motivo, a veces no nos coinciden los rostros que nos eligen para representar los creados en nuestra imaginación.

Un abrazo.

matrioska_verde dijo...

Si el profe os dice de empezar por Mendoza será por algo... para mí, seguirá siendo un tanto desconocido, sólo leí "El asombroso viaje de Pomponio flato" y no me gustó demasiado...

No sé, tal vez "La ciduad de los prodigios" me llame más.

biquiños,

Myriam dijo...

¡magnifica conclusión de la novela!, Paco.