Los
peregrinos que recorren el Camino de Santiago al entrar a la villa de
Castrojeriz (Burgos) el primer monumento que se encuentran son las ruinas de
San Antón antiguo monasterio, actualmente abandonado.
San
Antón fue palacio y Huerta del rey Pedro I de Castilla; posteriormente fue regido
por la orden de los antonianos. Hacia el año 1146, el rey de Castilla Alfonso
VII fundó el hospital de San Antón, destinado a la atención de los peregrinos. El
Camino (hoy carretera) pasa por debajo de los dos arcos del pórtico elevado que protegía la
entrada a la iglesia. La Desamortización del siglo XIX consagró su ruina
definitiva.
La
cruz de Tau, que aparece en ventanas y muros, es un emblema que adquirieron los
hermanos antonianos como símbolo de su
orden. Después la tomaron los templarios, y posteriormente Francisco de Asís la
cogió como cruz de los franciscanos.
En
los siglos X y XI la ingesta de pan de centeno, más económico que el de trigo
era frecuente en las clases más desfavorecidas; las características del propio
cereal y posiblemente las condiciones de cultivo -entre otras causas- hacen que se extienda una
patología gangrenosa conocida con el nombre de "Ergotismo" o
"Fuego de San Antón" causada por el ergot o cornezuelo que contamina el centeno, y que, entre otras sustancias químicas, contiene el ácido lisérgico, precursor del alucinógeno conocido como LSD.
Los
monjes antonianos elevaron la popularidad de este Hospital atendiendo y curando
a los enfermos ofreciéndoles pan de trigo candeal (pan de San Antón), vino santo e imponiéndoles un escapulario con la Tau. Todo ello , se supone, acompañado de ceremonias y bendiciones pertenecientes al ideario de los monjes.
Recogiendo
las reflexiones de los profesores de Historia y Arte Medieval a los que desde aquí rindo homenaje
omitiendo su nombre (no he solicitado permiso), no quiero quedarme con el “chascarrillo”
de la ceremonia el procedimiento o la posesión de mayor conocimiento en base a la pertenencia a una determinada clase social, sino situar el hecho en su contexto y época.
Las
ruinas quedan como testimonio de una enfermedad que existió y de la que al
menos algunos, salieron curados tras su paso por el Monasterio-Hospital.
El
edificio pasó a convertirse en propiedad privada, ha estado cerrado muchos
años, y en la actualidad acoge el albergue de peregrinos mantenido y regentado
por un Hospitalero.
Imágenes: Ruinas de San Antón, y la "Tau" antoniana
10 comentarios:
Estupenda excursión, Paco, la que hiciste el viernes.
El pan blanco y sus milagros, algo tan simple como evitar el pan de centeno con cornezuelo y no caían en la cuenta.
No sabía lo de la tau y demás, es muy interesante tu entrada.
Besos
Resulta curioso comprobar cómo cambia la consideración del pan. Ahora el pan negro es el más saludable y también el más caro. Todavía recuerdo el poco aprecio que se tenía al pan que no fuera blanco de pequeño.
Si alguna vez vuelvo a ver esa T, ya sabré de dónde viene.
Últimamente estoy aprendiendo qué significan los grabados de los escudos adosados a las casas nobles y monumentos de Salamanca, preparando las entradas del blog. Antes no me fijaba en esas cosas.
Un abrazo.
Muy interesante e informativo post. Besotes, M.
Entra en mis planes el iniciar el Camino de Santiago, aunque eso sería el año que viene. Como por cuestiones organizativas no nos será posible hacerlo todo seguido, no sé cuando llegaré a Castrojeriz, pero después de leer tu entrada seguro que me acuerdo de ti cuando lo haga.
Besos
En el Camino, Castrojeriz deslumbra. Una calle hermosa.
Tomo noto para mi próxima excursión por tierras burgalesas. Muy interesante tu entradas.
Un abrazo
Luz
Muy interesante Paco. No conocía nada de esta historia. Tomo nota del lugar para alguna vista futura.
Besos
La Tau era la última letra del alfabeto hebreo, y tiene la forma que tenía la cruz de Cristo antes de colocar la inscripción de Pilatos, aunque la tradición visual nos la ofrezca con cuatro brazos.
Pascua (Jesús murió en ella)significa "paso", y la tradición cristiana lo relaciona la muerte de Cristo en Pascua con un triple paso (físico, espiritual y eterno), simbolizado por la Tau antoniana, templaria y franciscana.
Así pues, quien llevaba la Tau, bien marcada sobre la frente (recordamos de pequeños aquello de "Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro", al santiguarnos), o bien en escapulario, que quedaba más "light", era señal de penitencia, como lo era en muchas ocasiones el propio camino realizado, y también de "paso" hacia una mayor comunión con el ideal cristiano.
Que maravilla de monumento, tomo nota para cuando haga el camino.
un saludo
fus
pues que bueno que a pesar de tantos tropiezos todavía el edificio sea albergue de peregrinos.
una buena lección nos has dejado hoy, no tenía ni idea, ni del pueblo, ni de la Tau.
biquiños,
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