No reconocer que el título tiene doble sentido
o que la imagen encierra denuncia, sería
dos veces injusto.
El grafiti no es un fenómeno nuevo, se remonta
a los tiempos del Imperio Romano,y ha perdurado hasta nuestros días (se han encontrado muestras en muros y
columnas escritas en latín vulgar).
¿Quién no recuerda grafitis sentimentales en los árboles de nuestros parques perpetuando
amores efímeros?
Este "arte urbano" -también efímero- debiera
realizarse en soportes adecuados, sin invadir territorios que no le
corresponden.
En el caso que nos ocupa entiendo que, así, el "arte" es absolutamente acultural.
3 comentarios:
Yo construiría kilómetros y kilómetros de paredes para que los pintamonas de turno se hartaran de pintar a ambos lados.
Tienen todo hecho un basurero.
Un abrazo.
Hay grafitis que son verdaderas obras de arte que embellecen o denuncian. Pero hay otros que... ¡¡mamma mía!!
hay tantas paredes tristes...
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