La Verdad, el Tiempo y la Historia (Goya ca. 1800)
Emplearse a fondo en una ocupación puede ser
loable, pero no siempre válido o al menos conveniente. Desde octubre del pasado
año este desocupado (y desagradecido)
lector, se ha empleado con ahínco en
algunas -buenas- labores, abandonando, que no olvidando, a EL ALFOZ hasta el punto de no celebrar como
de costumbre su tercer cumpleaños (17-octubre 2012). Le pido, públicamente,
desde aquí perdón, por privarle durante este tiempo de las valiosas visitas que
le mantienen. Quizás ellas lo hayan agradecido.
Como Pepito grillo en Pinocho, una voz cariñosa
me ha recordado sin desánimo mi obligación
y reprochado la deslealtad -gracias Begoña.
Si es cierto que todos los caminos llevan a
Roma, bien podríamos a través de una pintura de 1800, reflexionar sobre el
presente. Dejando para profesionales el análisis de
estilo y técnica y obviando si la alegoría del cuadro se refiere a la Verdad
Histórica o la Constitución de 1812, me quedo con el título:
LA VERDAD, EL TIEMPO Y LA HISTORIA.
En diciembre de 1978 España se ilusionó con el
cambio. Treinta y cuatro años más tarde (EL TIEMPO), la ilusión se desmorona,
la justicia no es justa, la proclamada identidad nacional está en permanente
conflicto consigo misma, la lucha por los ideales transmuta a lucha por el
poder, la cruda realidad (LA VERDAD) se impone.
Es de esperar que LA HISTORIA que siempre se
elabora desde un presente distinto al actual, sirva de referencia y guía para no tropezar en la misma piedra.
En la pintura de Goya la Historia, desnuda,
pisa el corpus de una situación anterior.
¡Que así sea!
7 comentarios:
Tus análisis siempre son muy interesantes y sesudos (vaya todo mi respeto por delante), Paco, me sorprende ver cómo llegas a tus reflexiones, con que maestría enlazas las cosas. Y te lo digo de verdad, eh, no te estoy regalando el oído.
No sé cómo vamos a salir de esta porque las cosas siguen pintando muy mal. Decepciona cada día enterarse de un nuevo fraude o una nueva corruptela. Con decirte que a mí casi ni me salen las palabras para escribir, solo puedo pensar en los que lo están pasando mal y cómo puedo echar una mano.
biquiños,
¡Bienvenido de vuelta querido Paco! La situación está bien enrevesada, sí. Algo tendremos que hacer los ciudadanos que somos la mayoría... Besotes, M.
Dile a Begoña que te tire más a menudo de las orejas.
Un beso para ella y un abrazo para ti.
Buenos días, Paco Cuesta:
Se te echaba en falta. Estupendo que vuelvas, gracias ‘al toque’ de Begoña. Seguro que estos meses de ausencia los han empleado en lo mejor.
Al ver a la Historia, de esta pintura de Goya, he alzado los ojos de la pantalla del ordenador, y mirado la reproducción en tapiz -que tengo justo encima- de la Diana cazadora de Boucher , de 1742, por el gran parecido entre ellas.
Abrazos
Me alegra tu regreso del que agradezco a Begoña.... Estabas muy silencioso últimamente... ni diste señales de vida con respecto a la comida de Madrid.... En fin, me alegra que estés de vuelta, me gusta leerte, estaba extrañando tus reflexiones con tu habitual agudeza.
Besos
Has vuelto y con renovadas fuerzas. Me encanta lo que has escrito y que certero es.
Un abrazo
Luz
Gracias a Begoña y bienvenido. Echaba de menos tus entradas blogueras y, además, ya no veía tu mochila atravesando la avenida de los tilos campeadores.
Que no se desvanezaca esa ilusión que sentimos los que vivimos juvenilmente la transición.
Besos, más besos para Begoña
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