Un tema de conversación
es elemento indispensable cuando el aroma del café alegra la tertulia. Hay
asuntos escabrosos -mejor no tocarlos- y
otros simplemente polémicos. En el fragor del cambio de opiniones hablando de
arte no suele faltar la frase “arte con mayúsculas”, que parece, por lo
asumido, un axioma pero no lo es tanto.
Hablamos con frecuencia de artes
liberales, artes marciales, arte de la pesca, artes decorativas…, arte, ¿qué es
arte?, el tema ha ido evolucionando como y con la humanidad. En su primera
acepción hacía referencia a las disciplinas exclusivamente intelectuales en
detrimento de las destrezas prácticas, entendiéndose entonces como tales la
arquitectura, escultura y pintura.
El arte moderno tuvo su principio con el
Manierismo y a partir del siglo XX los “ismos” se sucedieron vertiginosamente
dando lugar a nuevas tendencias artísticas que rompieron con la tradición
anterior.
Sembrado el cisma es difícil tras contemplar (por ejemplo) el Suprematismo dinámico de Malevich o los Dripping de Pollock, evitar pensar en la similitud del primero con los recortes
de cartulina que el encuadernador guarda para emergencias, o la concordancia entre
el segundo y nuestra torpeza al dejar los botes de pintura sobre el alféizar
antes de cerrar la ventana.
Se han roto los moldes
del arte, las Vanguardias no buscan permanecer si no provocar, y lo han conseguido. Tal vez no se
nos ha educado para comprender este arte, tal vez sea menos comprensible
que comercial, no sé. Lo evidente es que
infinidad de objetos que nos rodean, y adornan nuestras paredes son Vanguardia. Se han roto los moldes. Quizás era necesario
romperlos.
7 comentarios:
Esa Vanguardia de la que hablas, surgió como una serie de inquietudes artísticas que han recorrido no sólo el campo de la pintura, escultura, etc. También se ha introducido en la literatura, llegando a ser "Literaturas de Vanguardia", como un movimiento cultural del momento, el "proyecto de una nueva sociedad".
Dicen que es un arte intelectual, dirigido a aquellos que son capaces de comprenderlo,... no sé, igual aún estando en ese mismo progreso, algunos no lleguemos a entenderlo, porque habríamos de entender la lógica de lo grotesco de nuestra propia cultura, la falta de sentimientos y pasiones humanas, porque hay mayor frialdad en él, es un arte deshumanizado que juega a un simple juego, a verter la espontaneidad del momento, la contradicción misma de la propia provocación.
Besos
Yo me quedo perpleja con alguna de esas vanguardias. Recuerdo una exposición del Reina Sofía en la que me tuve que descalzar y pisar un suelo construido con cartones para huevos.
Besos, Paco.
Pues tengo que reconocer que el arte de Las Vanguardias me gusta, a veces se exceden, pero como bien dices, provocan y te hacen reflexionar.
Un abrazo
Luz
No sé. No sé...
Al final, Paco, terminaré convenciéndote...
Un abrazo.
El popular artista callejero Banksy, el grafitero más cotizado del mundo, instaló un puesto cerca de Central Park el pasado fin de semana para vender una veintena de pinturas «auténticas y firmadas» al precio de 60 dólares. La iniciativa, que sólo recaudó 420 dólares, no acabó con el misterio de su identidad, ya que el británico se mantuvo invisible en todo momento. Las obras, cuyo valor de mercado es muy elevado, fueron vendidas por un anciano sentado en una silla plegable.
Sheija al Mayassa, la directora de la Autoridad de Museos de Qatar, fue nombrada por la prestigiosa revista de arte internacional ArtReview como la persona más influyente en el mundo del arte.
Publicar un comentario