Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Renovarse o morir


                                          Ballet nacional de España

La España de comienzos del XX, mantenida en la superstición y el analfabetismo por políticos y burgueses, no era el país, entretenido y festivo de las zarzuelas de la época. Era el triste resultado de no haber participado en los movimientos que trajeron la modernidad a Europa (la Reforma, el Racionalismo, el Empirismo y la Revolución Industrial). Los  españoles de entonces sobrevivían de una industria escasa y explotadora y  de una  agricultura insuficiente.

A excepción del gobierno de Maura, los gabinetes duraban cinco o seis meses. El aislacionismo y la exigua fuerza diplomática, política y militar  llevó al gobierno a  la neutralidad en la I Guerra Mundial  lo  que generó cierta productividad y auge industrial, sin embargo la Guerra provocó la repatriación de emigrantes hizo aumentar el paro y los salarios crecieron por debajo de los precios;  los beneficios fueron para las fortunas especulativas. El Desastre de Annual, los nacionalismos el autoritarismo y la falta de reflejos del rey, entre otras cosas dieron paso a la dictadura de Primo de Rivera.
En otoño de 1929 tras diez años de riqueza y exceso se produjo el desplome de Wall Street arrastrando en su caída a la peseta.
En 1930 Primo de Rivera dimite, en 1931 Alfonso XIII deja el trono y abandona España. El sistema caciquil  había llegado a un límite insostenible y tras las elecciones se proclama la II República española. Tres gobiernos la dirigieron hasta abril de 1939 dando paso a la dictadura de Franco.

La historia a partir del 39, volvió a repetirse, aislacionismo etapa autárquica plan de estabilización apertura al exterior auge económico e industrial. La población española aumentó  en diez años  más que en los veinte anteriores.

Sin perder de vista este legado abordaremos la lectura de Todo lo que era sólido de Antonio Muñoz Molina, un ensayo al que nos auto-invitamos y al que asistiremos cada uno con su particular traje conceptual y moral. No debiéramos olvidar que al igual que muchas de las ciudades costeras de nuestra querida España, hemos vivido durante años de espaldas al mar ignorando las posibilidades de nuestro patrimonio.

6 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Nos hemos crecido tanto que ahora resulta que hemos reventado las costuras del traje, querido Paco.

Bertha dijo...

Tiene ud razón con este analisis: pero no es lo mísmo vivir en una costa que en otra...El Norte en una época tuvo más privilegios por tener industria y, el Sur siempre ha sido la del caciquismo junto con las Islas Canarias.Después vino una época de mejora económica pero...siempre ha existido y existiran esta diferencias.Y sigo pensando lo mísmo que somos un pueblo poco unido y por eso tiramos demasiado de un lado y acaba rompiéndose.

Un saludo.

Bertha dijo...

...análisis.

Myriam dijo...

Gracias Paco por recordarme los antecedentes históricos.

Un abrazo

Abejita de la Vega dijo...

No hay que perder de vista la Historia, así es Paco.

Besos

pancho dijo...

Hay datos que hablan por sí solos de la evolución del país durante el S. XX. Por ejemplo que a principios de siglo había provincias del Sur con más del noventa por ciento de analfabetismo, O que a comienzos de la Segunda República hubiera un millón doscientos mil niños sin escolarizar.
Los treinta y cinco años de Democracia es por ahora el periodo más largo sin conflictos bélicos en toda la historia del país y eso se nota.
Queda mucho por hacer, pero no es bueno no reconocer lo conseguido, todos somos testigos porque lo hemos vivido.
Un abrazo.