Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

martes, 6 de febrero de 2024

ANTONIO MACHADO RUIZ. EL INTELECTUAL, EL HOMBRE, LA REPÚBLICA - 3


La escultura de Machado preside la Plaza mayor de Segovia


Antonio Machado, que siempre estuvo atento a sus sueños, deja atrás el sueño de Soledades y canta a la realidad de Campos de Castilla: "Oh tierra triste y noble". La realidad de su paisaje: "la de los altos llanos y yermos y roquedas". Sus gentes: "y atónitos palurdos sin danzas ni canciones". Los álamos, los chopos, el son del agua: "conmigo vais, mi corazón os lleva".

Haciendo suya la afirmación de Unamuno: "hay que soñar con los ojos abiertos", su poesía pasa, se la contemplación, ala acción,  del simbolismo y la bohemia a la realidad, como rubrica en Retrato:

                        Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
                        A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
                        el traje que me cubre y la mansión que habito,
                        el pan que me alimenta y el techo donde yago.

El anticlericalismo heredado y los siete años de duelo en Baeza tras la muerte de Leonor en Soria ("ya era además muy otra mi ideología", añade en un prólogo de Campos de Castilla) reactivan en Machado su compromiso político, aunado con su capacidad de sentir y transmitir. El poeta, que ahora se gana la vida con su trabajo evoluciona hacia un mayor compromiso social al contemplar una España atrasada socialmente, deficiente en cultura para el pueblo y corrupta en su sistema de gobierno. En Segovia, siguiente destino de Antonio Machado, su "muy otra ideología" fructifica con la fundación de la Universidad Popular Segoviana, cuyo fin es difundir la cultura mediante conferencias, excursiones, clases nocturnas gratuitas para trabajadores, etc.

Tal vez, el poeta más joven de la Generación del 98 llegó a la docencia un tanto "a remolque", o por las circunstancias, talvez, pero lo indiscutible es que, ni como profesor ni como poeta, cambió su concepto de sociedad. Machado entiende y defiende que: el saber debe ser compartido; las personas, todas, tienen el mismo derecho a la educación; el ser humano merece su nivel de dignidad, y para ello han de proveerse los medios necesarios para que los ciudadanos a través de la educación puedan transformar la sociedad. En la España de entonces, las instancias económicas, religiosas y políticas, mantenían a la población alejada de la cultura.

A finales de 1929, tras la dictadura de Primo de Rivera, el hartazgo social corre por el país y se habla ya de República. El 14 de abril de 1931 se proclama en España la Segunda República y en Segovia, el poeta es llamado para ser uno de los encargados de izar la bandera tricolor en el balcón del Ayuntamiento. Seis años más tarde, su alter ego Juan de Mairena, recordará la significación del acto:

¡Aquellas horas, Dios mío..., cuando unos pocos viejos republicanos izamos la bandera tricolor..., la primavera traía a nuestra República de la mano!

Seguiremos abundando en Don Antonio y su compromiso social



2 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Fue un hombre comprometido con el progreso de la sociedad española. Lo pagó al final, claro.

Sor Austringiliana dijo...

Antonio Machado sueña una España que no será posible, leamos su sueño. Un placer pasar por aquí Paco, no nos cansamos.