Como en muchos otros capítulos, Don Miguel envía señales, para que el lector las interprete. En el presente se manifiesta cuando hace alusión a Diego Ordoñez de Lara, como ejemplo de lo que no debe hacerse "bueno sería que se matasen a cada paso". También la disertación de Don Quijote es utilizada como llamamiento ante determinadas demostraciones de fuerza (verbal o física) para defender un asunto baladí por orgullo personal o social, olvidando los temas de verdadero calado.
Al margen de las connotaciones, místico religiosas, entiendo como actual el mensaje de luchar por defender valores como la vida, la honra, la familia, la hacienda, y la patria, entendida por lugar o grupo social al que nos sentimos unidos por vínculos de afecto, cultura, historia....
En otro orden, Sancho, con la sencillez habitual, trata de congraciarse con el escuadrón, que carga en defensa de su orgullo (otra vez el orgullo), contra el escudero, al que su señor abandona a su suerte, haciendo buena la frase de que más vale cobarde vivo que valiente muerto, en clara contradicción con su disertación anterior y su ¿orgullo de caballero andante?.
3 comentarios:
Bien vistas las claves: y, en especial, las contradicciones de don Quijote. Recojo esta entrada en las noticias del lunes, querido Paco.
Sí, cuantas contradicciones vemos en este capítulo pero sabemos que nuestro Quijo pensaba que la valentía tiene que ver con la prudencia y al enfrentarse con esa turba, sabía que no saldría con vida... Besotes, M.
Te has dado cuenta de lo actual de la obra, parece que está escrita hace unos meses. un abrazo amigo
Publicar un comentario