Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 17 de noviembre de 2011

Memorias amables - Sonata de otoño



Memoria (escrita) es por definición la relación escrita en que el autor narra su propia vida o acontecimientos de ella. Valle Inclán, en la introducción a las Sonatas dice:
"Estas páginas son un fragmento de las “Memorias amables” que ya muy viejo, empezó a escribir en la emigración el Marqués de Bradomín. Un Don Juan admirable. ¡El más admirable tal vez!"
Las Sonatas son unas memorias voluntariamente parciales. En ellas sólo se  recoge una parte de los  acontecimientos “unos fragmentos”, y por añadidura los más amables.
Valle Inclán ha fraccionado las memorias para dejarnos cuatro episodios amorosos, nostálgicos preñados de ternura y en ocasiones patéticos “Todavía hoy, el recuerdo de la muerta, es para mí de una tristeza depravada y sutil” con la intención de dejar constancia del lamento de Bradomín por la vejez y la añoranza sensual.


 Imagen: Pazo de Ximonde. Vedra (Santiago)

8 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Creo que las memorias siempre son "voluntariamente parciales"... ¡Buen broche final a la Sonata de Otoño! Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Magnífica forma de abordar el género al que pertenecen las Sonatas. Voluntariamente fragmentarias, como modernistas. Amables, en el sentido dieciochesco del término (es decir, que abordan las relaciones sentimentales). Cuánto me alegra que actualices, Paco. Un fuerte abrazo.

matrioska_verde dijo...

Memoria selectiva; todos lo hacemos.

biquiños,

pancho dijo...

Florisel se ha dado a la buena vida en este jardín. Bastante trabajo por hacer. Está bien lo que dices, pero yo creo que en este relato la intención de Valle era lucirse con su prosa. Sin olvidar la historia, claro, que siempre es esencial para que el vestido de las palabras cobre su verdadero sentido.

Un abrazo.

Abejita de la Vega dijo...

Las memorias suelen ser muy desmemoriadas.

Seguro que a Valle Inclán Bradomín se le quedaron en el tintero algunas aventurillas.

Besos, Paco

Myriam dijo...

Y vaya que se lamenta por la vejez y etc jajajaja ¡¡tanto o más que en las "Ultratómbicas" el Vizconde François René de Chateaubriand!!

Besos

Ele Bergón dijo...

Me gusta los adjetivos que le pones a las Sonatas que tú llamas episodios: amorosos, nostálgicos, tiernos y patéticos.Creo que has acertado de pleno.

Un abrazo

Luz

Firvulag dijo...

La memoria es una amiga que nos conoce muy bien y, con la ayuda del paso del tiempo, altera los hechos para que solo oigamos nuestra verdad.

La memoria empieza siendo selectiva, como apunta Aldabra, luego, como dice Abejita, la memoria se vuelve desmemoriada y por último termina siendo nostálgica. El marqués de Bradomín ya ha alcanzado esta última fase.

Un abrazo.

José Manuel