El marqués y
su diosa “entre un cortijo de hampones” -cinco palabras bastan para definir la
miseria y humillación de un grupo- se encuentran en las antípodas de su lugar
natural: un jacal de carrizo, madera y paja, atendido por un negro liberto y su
prole, pero aún allí, o mejor: allí con mayor motivo, son “los amitos”.
El lector de
esta Sonata de Estío queda fascinado por la contundencia de Valle Inclán al
describir la escena. El antiguo esclavo es justamente la contraposición de
Bradomín, es otro hito en el camino, camina a su lado como un perro “zongueando
sus cuitas de paria y de celoso”. No es un
paria celoso, si no un paria y un celoso.
Los celos se matizan: El blanco y marqués
también es celoso, pero celoso por orgullo, sus amantes han de ser suyas, sólo
suyas porque es el mejor. Al negro liberto por el contrario, consciente de su
inferioridad, lo que le duele es que su pareja, “la gran chiva se le dé todo
por los morenos”.
Y aquí
encuentra el lector un paralelismo con Lázaro de Tormes: “Y que yo holgaba, y
había por bien de que ella entrase y saliese (de casa del arcipreste) de noche
y de día… Y así quedamos los tres bien conformes”.
Lázaro,
harto de su vida de privaciones decide arrimarse a los buenos para medrar en su provecho; da
por buena y consiente la relación de su esposa con el arcipreste. El negro de
la Sonata, lamenta que la relación de la tehuana no sea con alguien de mejor
condición que la suya.
Bradomín, Lázaro
y el liberto sin nombre, son celosos intermitentes. Los dos últimos cornudos
consentidos.
Un conocido
refrán del siglo XVI (edición del Lazarillo) decía:
Honra y provecho, no caben bajo un techo.
Imagen: Jacal en México postal 1907
Honra y provecho, no caben bajo un techo.
Imagen: Jacal en México postal 1907
10 comentarios:
Qué tengáis unos buenos días, Paco. Dale un beso a Begoña.
Un abrazo.
Y cuánta razón tiene el refrán, Paco.
Qué extraordinario análisis en el usas el estilo de Valle para que comprendamos las razones de los personajes. Tienes razón, Valle es magistral a la hora de describir personajes, lugares y acciones.
Me fascinó tu trabajo Paco ¡Gracias!. Imperdible además lo del lazarillo que yo había perdido en las lagunas de la memoria...
Un abrazo
Estoy abandonado otros menesteres, aunque voy viendo vuestro trabajo...un abrazo y feliz año
Nos he llegado todavía al comentario de ese pasaje de la de estío. Ese liberto cornudo es,como bien dices,la antítesis de Bradomín. Tu cita del Lazarillo te ha quedado perfectamente encajada. Se nota que tienes un buen profe de Literatura. Aunque el discípulo también vale ´lo suyo.
Besos
Bradomín es un tradicionalista nacionalista de lo más rancio, lo más que podemos esperar de él es que les dé una limosna a los desfavorecidos,y eso siempre que estén lejos de su habitat natural, porque no le molestan. Sin embargo, él se considera con derecho a escalar las jerarquías sociales cuando le venga bien o le convenga, para eso es un hidalgo, aunque sea venido a menos, y para algo pertenece a una clase social privilegiada.
Poco parece haber evolucinado la sociedad desde El Lazarillo.
Un abrazo y Felices Fiestas en compañía de toda la familia.
Paco, solo paso a desearte unas Felices Fiestas. Ya teleeré con tranquilidad.
Un abrazo
Luz
Es un placer leer tus acertados comentarios.
Un saludo.
José Manuel.
Paso a desearte una feliz entrada de año
Un abrazo
Stella
PACO, que tú y los tuyos tengáis un muy buen fin de año y un muy FELIZ 2012.
Un fuerte abrazo.
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