Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 13 de junio de 2013

El hereje, Novela histórica. Miguel Delibes


Galeaza de tres palos

“Cipriano Salcedo  contemplaba el mar desde la cubierta del Hamburg mientras reconstruía mentalmente la imagen del Doctor tan taciturno y medroso en los últimos tiempos, advirtiéndole de los riesgos de su estancia en Europa. La reciente prohibición de salvar las fronteras concernía, es cierto a clérigos y estudiantes, pero era sabido que cualquier viajero que decidiera moverse por Alemania en estos días sería sometido a una discreta vigilancia”.
El hereje. Miguel Delibes

Cuando hablamos de la Inquisición solemos hacer referencia especial a la galaxia religiosa, pero  la actividad inquisitorial residía en la represión de  quienes no comulgaban con las ideas no sólo del poder clerical, si no  también laico, por lo que cabría hablar de una Inquisición política ocupada  en  vigilar, controlar y castigar, si lo estimaba oportuno  a los diversos sectores sociales, si no se ajustaban al modelo de creencias y conducta previamente establecido. La represión fue también estatal en unos tiempos  en los que España era potencia mundial con poder e influencia internacionales.
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Delibes aborda  por vez primera el campo de la novela histórica en  una obra que recoge  la síntesis de su estilo narrativo así como  un alarde en la creación de personajes. La novela  narrada  para el presente  emplea un lenguaje de 1557 en diálogos, frases textuales o giros propios de la época; estudia con minuciosidad vestimenta, instrumentos de labranza, moneda, armas de caza, oficios y costumbres. En ocasiones el lector tiene la impresión de que existe una preocupación  excesiva por  el dato histórico, una obsesión,  motivada, tal vez, por el hecho de tratarse de la primera -y única- obra histórica del autor. Quizá el exceso de minuciosidad, deja una sensación de falta de estructura o cohesión en el conjunto de la obra, como si la historia -que no la época- fuera a veces un añadido.
Lo cierto es que en ningún momento cae en el anacronismo. Prevalece la verosimilitud literaria por encima de todo.

Trata el tema de la Inquisición sin caer en un pulso entre buenos y malos, sin cargar  las tintas en sus procedimientos, labor creo, un tanto complicada por cuanto  que depende de la parcialidad o imparcialidad de los historiadores consultados, no de un hecho vivido en primera persona o por propia experiencia como era habitual en la obra de Delibes.

Delibes en El hereje toma partido por la libertad de conciencia y el derecho a la intimidad, denunciando sin concesiones los males que genera la intransigencia.


8 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

En mi entrada digo que se le notan las costuras a la documentación que, tienes razón, resulta ser demasiada, como si lo de Cipriano fuera lo de menos. Porque Delibes lo dejó dicho en un vídeo de RTVE: su novela tiene más de novela pura que de histórica.

Besos, magnífica reflexión.

pancho dijo...

De lo que podemos estar seguros es de que Delibes no se pone a escribir a tontas y a locas, como un pollo sin cabeza. Todo está muy bien medido y planificado, con abundancia de datos sorprendentes y adaptación del habla de la época para dar verosimilitud a la narración. A mi juicio la descripción del ambiente que hace de Valladolid del XVI es una obra de arte.

La verdad es que te pones a pensar y la novela está llena de momentos estelares.

La volveré a leer teniendo en cuenta tus apuntes tan interesantes.

Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Es libertad de conciencia fue siempre un tema que le obsesionó a Delibes. Buen liberal, hizo de ella su forma de ser.
Qué buen inicio para la lectura.

Ele Bergón dijo...

Desde luego es falta de cohesión que notas en el conjunto de la obra yo también la percibí. Era como si fuesen dos autores distintos escribiendo la misma novela y quizá por eso la dejé a la mitad.

Para mi, no cuadra la historia con la literatura.

Un abrazo

Luz

Gelu dijo...

Buenas noches, Paco Cuesta:

En esta relectura encontraremos detalles que no vimos hace dos años y medio.
Es una novela muy trabajada. Parece notarse asesoría de historiadores, dada la documentación que maneja.
Son 424 páginas intensas.
No hay exceso de minuciosidad, facilita la labor al lector. Quiere llegar a todos.
Parece dolerle el sufrimiento que acompaña a Cipriano Salcedo desde la cuna, y a tantos más. Es la obra de un maestro, que además era muy buena persona.

Un abrazo.

lavelablanca dijo...

He de confesar que no he leído "El hereje", por lo que agradezco todo lo que se transmite aquí.

Ángeles dijo...

Paco, estoy completamente de acuerdo con tu entrada. He leído El hereje, y es cierto que Delibes sabe muy bien de lo que está hablando, además la libertad de conciencia es algo que siempre defendió, y dejó muy claro en algunas de sus obras. El realismo al desnudo, es una de sus cualidades, y las descripciones son geniales. Me encanta, la que hace del Valladolid de la época.

Un abrazo.

Myriam dijo...

Leo ahora por segunda vez "El Hereje" y costuras o no, me encanta como Delibes nos transporta a esa época en todo sentido: histórico, literario, filosófico, humano. Pero claro, yo soy una apasionada de la historia (no oficial, sino sus distintas fuentes primarias y secundarias, basadas en documentos). Esta novela tiene una profunda investigación detrás y eso la hace grande, más allá del impecable estilo narrativo de Delibes. ¿Se nota que me encanta?