Sátira del suicidio por amor. Leonardo de Alenza
Deseosos de conocer
cuanto sucede en el bosque de La estafeta romántica dejamos de lado la
intrincada vegetación de personajes
novelescos. La trama de Galdós tiene, necesariamente, que aportar otras claves
en este Episodio.
La primera misiva está
fechada En La Guardia a 20 de febrero de
1837, curiosamente siete días después de la muerte de Larra: era lunes de Carnaval, ya anochecido, Larra recibe a Dolores Armijo que viene
acompañada de su cuñada. Ha venido a rechazar cualquier posibilidad de arreglo.
Cuando salen las dos mujeres de la casa y todavía no van lejos, se oye un
disparo. Curiosamente en la posdata de la carta se da cuenta del suceso.
Rastreando
en los Episodios, Larra aparece en
varios, y siguiendo la obra de Galdós el tema del suicidio, tampoco es nuevo. No
resulta por tanto ocioso retomar de nuestra anterior entrada el controvertido
suicidio del que hay dos versiones opuestas. Una que desde la moral, lo condena
cargando la responsabilidad al carácter, o la formación espiritual. Otra que ve
en tan grave decisión libertad, romanticismo, ideología, en resumen un mártir por
la causa.
Galdós apunta ambas teorías
por medio de diferentes personajes y las cartas que escriben, negando en unas
lo que proclama en otras. Las cartas que intercambian María Tirgo y Juana
Teresa (Uno y Dos) centran el suicidio en el arrebato sentimental de un
romántico.
Uno
Ello es que se ha
suicidado, pegándose un tiro en la sien, un joven de talento y fama, por
despecho amoroso, de la rabia que le dieron los desdenes de su amante, la cual
es casada […].Ya vemos que es romántico el que se mata porque le deja la novia
o se le casa.
Dos
Mariquita mía, ¿estás en
Babia? El que se ha suicidado en Madrid es Larra” “un escritor satírico de tanto talento como mala
intención, según dicen, que yo no lo he leído ni pienso leerlo.
En ambas Larra es la
iconografía del romanticismo emocional y sentimental si bien quedan, en cierto
modo más ridiculizadas las rechazantes que el rechazado.
En la carta Cuatro se
pone en boca de la mayorazga Demetria dechado de perfección y cultura y conocedora por tanto de la obra de Mariano José que.
El difunto suicida era un
hombre que con su propio pensamiento, como la cicuta, se amargaba y envenenaba
la vida.
La frase puede
suponer la consideración de interés y preocupación por el futuro de España, tema de sus numerosos y críticos artículos firmados bajo
el seudónimo de Fígaro.
A estas consideraciones
puede añadirse un colofón: Galdós quiere destacar la valía de Larra, y así en
la carta Siete el “diálogo” entre Fernando y Larra es significativo.
¿Verdad que era yo un
gran escritor? Has sido único, Mariano –le dije–
Y refuerza esta tesis en
la Once.
Aún nos parecía mentira
que del primer ingenio de nuestra época no quedase más que aquel despojo
miserable. ¡Veintiocho años de vivir!... ¡Y verle allí mudo, inerte; su arte y
pluma enterrados con él!
Buscando en la obra de Don Benito más allá de la
onomástica hemos llegado a estas reflexiones
sobre el controvertido suicidio. Es evidente la intencionalidad del autor de -utilizando una frase con tendencia que diría Muñoz Molina- poner en en valor la figura de Mariano José de Larra.
Con seguridad
hay otros puntos de vista.
4 comentarios:
El suicidio porque le deja la novia...no se lo tragan ni los cocodrilos.
Tiene que haber algo mucho más profundo que motive un suicidio.
Nos das claves para abrir un tesoro.
Besos, Paco, nos vemos el 19.
Excelente, querido Paco. Este motivo le sirve a Galdós para dos cosas: una, alabar a Larra, como bien dices; dos, criticar los excesos románticos. Fino análisis el que has hecho.
Un suicidio siempre es un asunto recurrente y atractivo para los autores, máxime si se trata de un joven autor de éxito y famoso.Galdós lo vuelve a tratar en esta obra más de sesenta años después. Seguro que el hecho influyó a la hora de elegir el año 1837 como marco temporal en el Episodio. Bien joven dejó de llorar y escribir en Madrid. Al menos fue él quien se quitó de en medio, "no la maté porque era mía".
Buen análisis del asunto de Larra.
Un abrazo.
Estupendo tu análisis. Me gusta mucho la agudeza con la que has resaltado el juego de Galdós con respecto a este tema y de como valora a Larra. Ese sueño y el diálogo con Fernando es tremendo. Te digo que a mi me erizó la piel cuando lo leía.
Besos
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