Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

domingo, 9 de julio de 2017

PORQUE TODO ES IGUAL


A veces, algunas veces, pocas y fugaces, sentimos la necesidad de cambiar el sentido de nuestra vida, de actuar sin red ni espectadores. En ese corto espacio de tiempo, soñamos ser uno mismo apostando por otras formas de vida. Parece imposible –pero así es– que cueste tanto apartarse de la corriente tentadora y fácil de lo cotidiano, el paso del tiempo moldea nuestra vida cuando tendría que ser esta la que se adaptase a nosotros siquiera un poco, dejándonos con nuestros errores, sueños e ilusiones. Pero no. Cuando intentamos salir del guion, nos señalan el espacio que tenemos reservado y la nave de nuestra ilusión hace agua.  En este punto, pensamos que es una (otra más) batalla perdida. Pero tampoco. En esas ocasiones, pocas y fugaces en las que en la casa encendida comprobamos que todas las cosas están exactamente colocadas donde estarán dentro de un año, justo entonces, debemos arrinconar miedos, abandonar monotonías de vida aburrida, reuniones protocolarias, rincones favoritos, indumentaria convencional, relaciones impuestas…, cruzando aun contra corriente, a la orilla opuesta en busca de la luz. Solo así podemos salvarnos. Porque todo es igual y tú lo sabes.

Porque todo es igual y tú lo sabes,
has llegado a tu casa, y has cerrado la puerta
con ese mismo gesto con que se tira un día,
con que se quita la hoja atrasada al calendario
cuando todo es igual y tú lo sabes.
Has llegado a tu casa,
y, al entrar,
has sentido la extrañeza de tus pasos
que estaban ya sonando en el pasillo antes de que llegaras,
y encendiste la luz para volver a comprobar
que todas las cosas están exactamente colocadas como estarán dentro de un año;
y después,
te has bañado, respetuosa y tristemente, lo mismo que un suicida,
y has mirado tus libros como miran los árboles sus hojas,
y te has sentido solo,
definitivamente solo porque todo es igual y tú lo sabes.


Fragmento de La casa encendida, de Luis Rosales.

4 comentarios:

mojadopapel dijo...

Me gusta mucho tu post Paco.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Esta entrada es una maravilla. Luis Rosales fue un gran poeta injustamente olvidado ahora.
Y sí, a veces hay que pararse a cambiar para ser, sobre todo uno mismo.
Con nostalgia de ti, Paco.

Abejita de la Vega dijo...

Todo cambia y todo permanece. Feliz verano Paco.

Myriam dijo...

Justamente por esto, es tan importante poder salir
de la zona de confort en la que tan cómodamente
solemos instalarnos y eso significa dos cosas:

Cambio y crecimiento.

Besos x 2 y muy feliz verano, Paco y B.