Es la intención de este lector, mantenerse fiel a la secuencia semanal, salvando la tentación de indagar en los capítulos venideros, para acercarse lo más posible a la sensación de una primera lectura, tratando de elaborar una narración de otra narración -el Quijote- con sin duda, posibles errores, pero aportando la frescura de la primera impresión.
“El sueño es alivio de las miserias” -dice Sancho- dolido por el castigo físico y afrentado por las bofetadas.
Mientras uno duerme y otro vela desatados pensamientos, Cervantes, aprovechando el merecido descanso de ambos, hace un recorrido por sucesos pasados, sin duda con algún objetivo.
Comprobamos el rencor acumulado de un contrincante, Sansón Carrasco, que ni olvida ni perdona, y aun reviste su hazaña de la Blanca Luna de buena intención, doliéndose de que el hidalgo don Quijote, fuese loco.
Comprobamos el rencor acumulado de un contrincante, Sansón Carrasco, que ni olvida ni perdona, y aun reviste su hazaña de la Blanca Luna de buena intención, doliéndose de que el hidalgo don Quijote, fuese loco.
Observamos la refinada crueldad de los duques que tras gozar con burlas y castigos no dudan en compartirlo con bachiller obteniendo de esta manera la información necesaria para tener ocasión de una nueva burla.
Siguiendo la narración de Cide Hamete, retrocedo en la obra para centrar la atención en el origen del comentario del duque al bachiller:
”La burla que Sancho había hecho a su amo, dándole a entender que Dulcinea estaba encantada y transformada en labradora”.
Y acepto el reto que plantea Cervantes para descubrir la verdadera dimensión de Sancho en la industria del encantamiento.
Desde el capítulo XXV de la primera parte Sancho distingue con claridad el personaje de Aldonza Lorenzo: “Porque podría ser que al tiempo que ellos llegasen estuviese ella rastrillando lino, o trillando en las eras". Es claro que no la tiene por gran señora.
Es en el capítulo VIII de la segunda parte, donde se genera la trama del engaño. Acudiendo a él, me permito adjuntar algunas citas:
Don Quijote: “Y allí (en el Toboso) tomaré bendición de la sin par Dulcinea”.
Sancho: “Tengo por dificultoso que vuestra merced pueda recebir su bendición, si no es desde las bardas del corral”.
Don Quijote: “Con todo eso, vamos allá”
Sancho: “Cuando yo vi ese sol (Dulcinea) como estaba ahechando trigo, puso una nube ante el rostro y se le escureció”
Don Quijote: “Debía ser que algún mal encantador vuelve a mis cosas en diferentes figuras”
“Descubrieron la gran ciudad del Toboso, con cuya vista se le alegraron los espíritus a don Quijote y se le entristecieron a Sancho, porque no sabía la casa de Dulcinea, ni en su vida la había visto, como no la había visto su señor; de modo que el uno por verla y el otro por no haberla visto estaban alborotados, y no imaginaba Sancho qué había de hacer cuando su dueño le enviase al Toboso”.
Si avanzamos un capítulo -IX de la segunda parte- descubrimos una frase interesante:
“Señor, ya que vuestra merced quiere, a pesar mío, que sea alcázar la casa de mi señora Dulcinea”.
Sancho, ya no insiste, admite barco como animal de compañía y nombra a Aldonza Lorenzo como “mi señora”. Don Quijote satisfecho con el desarrollo firma y ordena:
“Hallemos primero una por una el alcázar, que entonces yo te diré, Sancho, lo que será bien que hagamos”.
Este desocupado lector, entiende que Sancho no tuvo opción; intenta persuadir a su amo y no lo consigue. Pensemos que la situación jerárquica es amo-criado y en consecuencia salió como mejor pudo del mandado de don Quijote.
A mi juicio Cervantes nos deja suficientes pistas para justificar la falsa respuesta de Dulcinea que Sancho comunica a su amo en Sierra Morena y la posterior conversión -capítulo X- de las tres labradoras en dama y doncellas .
Capitulo denso, donde se aclaran los prolegómenos de la burla anterior, Altisidora reaparece como tentación y desprecio para don Quijote, y a requerimiento del “buen escudero” narra un sueño que pretendió ser muerte. Utilizando la fantasía del sueño, Cervantes arremete de manera inmisericorde, nuevamente y sin metáforas contra Avellaneda y su obra .
La fantasía, la irrealidad de un sueño y la confesión del músico, son buen marco para la denuncia
7 comentarios:
¡Excelentes tus citas de capítulos previos! Es muy bueno refrescar la memoria... Muchos besotes, M.
Estupendo comentario, amigo. Me gusta tu modo de ver el encantamiento de Dulcinea. Y lo que mas me ha gustado, esta frase tuya: "rencor acumulado de un contrincante, Sansón Carrasco, que ni olvida ni perdona, y aun reviste su hazaña de la Blanca Luna de buena intención, doliéndose de que el hidalgo don Quijote, fuese loco."
Totalmente de acuerdo.
un abrazo.
Precisamente la frescura de las visiones espontáneas de los comentaristas de tan variada procedencia y extracción, capítulo a capítulo, es uno de los activos más interesantes de esta lectura colectiva.
Sansón Carrasco nos quiso dejar sin héroe ni novela antes de tiempo, de ahí su primera derrota. Sólo cuando la derrota era necesaria para que la novela encontrara un final creíble, le fue permitida la victoria sobre DQ, convirtiéndose así en uno de los hilos conductores de la trama, juntamente con el encantamiento de Dulcinea y los azotes para desencantarla , éste en mayor medida, que tan bien y trabajosamente nos relatas.
Preciso resumen del proceso del encantamiento de Dulcinea: necesario para comprender cómo el enredo ha llegado hasta aquí.
Flor de enredo el encantamiento de Dulcinea, gracias por dilucidarlo.
Besos
Veo que tienes "memoria histórica" tan de moda hoy día...y Sansón...!qué pájaro"...encima que no ha buscado más que la venganza...le queda la mente sucia, pues a sabiendas de que ha vencido a un pobre loco y anciano... se jacta, aunque ya le hubiese gustado que fuera cuerdo. saludos
Es difícil leer como si no supieras el final, que todos sabemos.
La mentira de Sancho desemboca en la mentira de la duquesa. La mentira crece como la espuma. Hemos recordado el proceso de encantamiento, con tu entrada. Nos ha venido muy bien refrescar la memoria.
Un abrazo
Publicar un comentario