Awilda Soto
Pedro Ojeda en su entrada “Cómo don Alonso mata a don Quijote y éste le sobrevive” (La Acequia 8/11/2010) escribe en el último párrafo: Como la mayor parte de los lectores NO hacen la elección….
Algo como de mágica incitación en el comienzo de párrafo que me empuja a SÍ hacer una elección y en consecuencia recojo la invitación.
En muchas obras de ficción, la muerte es un recurso con el que el autor cuenta, para hacer que desaparezca o se calle un personaje que cumplió su misión en el texto. Cervantes hace uso -es mi opinión- de éste recurso con la intención literaria de inmortalizar a don Quijote, haciéndolo al mismo tiempo irrepetible, para evitar futuros plagios y anular otros que se habían producido.
Cuando don Quijote sale en busca de caballerescas aventuras -salvo con el Caballero de los Espejos- siempre resulta molido y vapuleado; dada su edad y complexión física, semejante trato le hubiera dejado al borde de la muerte, hecho que no ocurrió, como bien sabemos, más bien, ante el “éxito” de sus empresas lejos de acobardarse acomete nuevas aventuras de las que siempre se repone, resurgiendo de sus propias cenizas con nuevos bríos.
Se ha comentado con frecuencia la presunta crueldad de Cervantes al ensañarse con el protagonista, conviene considerar que realmente, y al modo de los héroes cinematográficos y de los actuales dibujos animados, el autor le otorga una capacidad de recuperación fantástica -superpoderes diríamos hoy- verosímil en función de su locura, para hacer que muera, cuando literariamente convenga en la obra.
Alonso Quijano se transformó en don Quijote de la Mancha y éste nuevamente en Alonso Quijano. Don Quijote según mi opinión, representa un ideal, una utopía. Lo irreal permanece, y quien muere por obra y gracia del autor es Alonso Quijano el Bueno.
Me permito reproducir lo más fielmente posible el fragmento de una de las clases impartidas por Pedro Ojeda a las que he asistido, posible detonante de la presente meditación, si yo entendí correctamente:
Durante un tiempo el propietario de la comunicación era el autor, no se podía corregir su opinión, a partir de los años 60 – 70 lo importante es el receptor, si no se lee una novela, la novela no existe, por tanto el dueño de la comunicación es el receptor. Esto implica que un texto no es siempre aceptado por la audiencia, debido a que el lector interpreta el texto basado en su cultura y vivencias.
6 comentarios:
Me gusta tu opinión, ahora yo iría mas lejos... Ahora el receptor puede convertirse en emisor-transmisor, que es lo que ahora hacemos... Aunque nuestro caso, aunque repetible, creo que ha sido tremendamente original. Un saludo
De nada sirve buscar la lógica racional en la ficción de Don Quijote. Se trata de algo que sólo se conjuga en la realidad de los humanos mortales. La vida y la muerte son conceptos que nos fijan a un espacio y a un tiempo del que es imposible escapar. Don Quijote ganó la inmortalidad con su muerte.
A veces DQ tenía que pasar una convalecencia larga para sanar, recuerda el episodio de los gatos.
Las nuevas tecnologías han venido para cambiar el papel tradicional que cada elemento jugaba en el acto de la comunicación. Pedro también dijo algo así como: "La mejor manera de perder la autoría de un texto es subirlo a la red". El concepto del emisor ha cambiado radicalmente, lo queramos o no, nos guste o nos disguste.
Un abrazo
Es indudable que las nuevas tecnologias han modificado el juego tradicional de transmisión de texto, pero yo no vo descabellado indagar sobre la logica racional en el Quijote. Al fin y al cabo era un ser humano (aunque de ficción), y lo escribió otro ser humano. En muchas ocasiones, don quijote es profundamente humano.
Es otro punto de vista a considerar.
Estupenda entrada.
Un abrazo.
Como todas tus entradas, ¡estupenda! Me parece que nuestra lectura colectiva va a tener repercusión entre los "receptores" porque, no sé si alguien más se ha percatado, últimamente leo o veo bastante sobre El Quijote. Está en el candelero más que nunca. Besotes, M.
Estoy con MERCHE, me pasa igual que a ella.
Un abrazo.
Excelente texto y gracias por la cita de PEDRO, que lujo el tuyo que lo disfrutes en persona.
Como MANUEL te dice, lo recepcionamos, asimilamos e interactuamos respondiendo, por obra y gracia de estas benditas nuevas tecnologías.
un abrazo bien quijotesco y nso vemos prontito.
Publicar un comentario