Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 15 de diciembre de 2011

Pompa y circunstancia. Sonata de estío



En el intento de escapar a la carga de amoríos y aventuras contenidos en las Sonatas, este lector se queda con esa especie de lucha contra la realidad cotidiana que a lo largo de las sonatas se manifiesta en la figura de Bradomín.

En la narración se reitera el marquesado y la pompa aristocrática  como dirigiendo al lector hacia un determinado objetivo “Dejándome llevar de un impulso romántico fui a México… tradición aventurera y noble de todo mi linaje”.  No es su habitat, pero incluso en el Nuevo  Mundo conserva mayorazgos que reafirman su ascendencia.
En tal espacio, exótico  pero inhóspito, su conquista requiere un marco adecuado, y nada mejor que la “santa casa”, fundada -¡cómo no!- por la favorita y dama de un virrey. No sería digno del personaje, entorno simbólico  y lugar de menor alcurnia.
Tales circunstancias tienen manifestación en cada párrafo, con cualquier motivo. Tendrá (la madre abadesa) mucho contento cuando sepa que han llegado personas de tanto linaje”.

La religión, que siempre acompañó a la nobleza no podía estar ausente “¡Era un santo!" afirma la abadesa “Además de un santo era mi abuelo” corrobora Bradomín que, en virtud de su condición de caballero santiaguista, no se arrodilla para rezar. La  casta Niña Chole oye misa antes de comenzar la jornada. También el rito sexual acompaña al religioso.

En esta novela de realidad irreal, Valle Inclán se centra en ambientes y paisajes. En sentimientos que idealizan la figura de la mujer inmersa en amores imposibles. El mundo interno del escritor modernista.

Imagen Pompa y circunstancia. Eugene Savage

7 comentarios:

pancho dijo...

Bradomín es un emigrante un tanto sui géneris. En ningún momento se siente extranjero en Méjico, la adaptación es rápida, incluso la lengua se le hace familiar, se mimetiza y se enriquece con ella en otra demostración más de su pasión por la lengua. Y no conoce la cobardía.

Méjico contribuye a labrar su preciosismo y sutileza literaria en otra muestra más de su maestría en el manejo del idioma y de la técnica de la novela.

No importa que lo que leemos sea irreal, lo que persigue es el deleite literario concentrado en unas cuantas páginas.

Un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué maravilla de itnerpretación, querido Paco. Esa es una de las claves del modernismo, esa es una de las claves de Valle, esa es una de las claves de las Sonatas y de Bradomín: alguien que detesta la realidad y que la trasforma en literatura. Un placer leer esta interpretación, con tanta altura y eficacia.

Abejita de la Vega dijo...

Así es, Valle Inclán extrae belleza de una realidad que no le gusta. Huida, la Literatura es la cuerda por la escapa el escritor y también los lectores.

Besos, Paco.

Myriam dijo...

Y que placer montarse a las palabras de Valle, como leer tu brillante interpretación.

Besos Paco...
Y Muy Felicies Fiestas, en companía de los tuyos.

matrioska_verde dijo...

Eso, eso, presumiendo hasta en medio de los indígenas.

Biquiños y muy Felices Fiestas.
Congo y yo.

Kety dijo...

Paco, también te deseo Felices Fiestas.

Un abrazo

Estrella dijo...

Leer es vivir mil vidas que de otra manera sería imposible. Esconderse de la realidad. ¡Y qué fácil nos lo pone Valle Inclán con estas Sonatas!

Feliz año nuevo, Paco