Recibimos
la novela con una cita de Goethe perteneciente a Las desdichas del joven Werther y la promesa del autor de que
cuanto nos espera procede de investigaciones
rigurosamente ciertas, hasta el límite posible del rigor y la certeza (La sonrisa robada [presentación]).
Certidumbre. Investigación. Rigor. ¿Qué encierra La sonrisa robada?
Basada
en una relación imposible. En la realidad histórica de la Segunda Guerra
Mundial. Contada por José Antonio Abella, narrador en primera persona. Protagonista (tal vez involuntario). Motor de búsqueda en una maraña histórica
con vocación de olvido. Coordinador de correspondencias y diarios, La sonrisa robada supone el compendio de
una labor documental que cualquiera quisiera para sí y solo algunos realizan.
Es
una historia de amor y denuncia narrada con lenguaje claro preñado de nombres
extraños. Un libro de historia en el que la veracidad de esta camina paralela a
la historia de los protagonistas. Es también la reconstrucción de un escenario dantesco,
lleno de excesos, donde la estupidez de los ideologismos, y humana, desde cualquier postulado, quedan patentes
generando una situación de guerra en la como en todas la primera víctima es la
verdad; las siguientes los niños y seres más débiles.
Abella
en referencia a la historia dice:
[…] para avanzar en el laberinto de la
Historia, podemos seguir el hilo de pequeñas historias que la sustentan e
iluminan, un hilo dorado que nos ayuda a buscar la salida de sus túneles
oscuros, cegados a veces por los derrumbes de toneladas de erudición o
embarrados por las interpretaciones resbaladizas. (La sonrisa robada, pag., 240).
Aun
arrollada por la historia no debemos perder otro hilo: el de la enfermedad
muscular de Edelgard pues constituye una parte fundamental del tema.
El perfil médico de Abella toma partido en el diagnóstico para situarlo en
lugar preferente. Promueve y mantiene una investigación apasionante en la narración por
cuanto que sus consecuencias condicionan la relación sentimental con José; el conflicto político-social con los valores establecidos y el entorno próximo de la familia, al
tiempo que se crea un punto de duda con la posible participación de Oskar Lambrecht en el programa eugenésico Lebensborn (Fuente de vida) para elevar la pureza de la raza aria a su más ato nivel.
Finalizamos
y comenzamos año con una novela documentada y documental.
2 comentarios:
Ficción verosímil y realidad documentada se combinan sabiamente, Abella las funde de manera magistral. El hilo conductor son las cartas de Edelgard que alternan el gozo exultante de vivir con un sombrío pesimismo. Las pequeñas historias nos ayudan a entender la gran historia.
Documentada y documental, así es.
Un abrazo y feliz año.
La novela como investigación: la vida misma como tal para comprenderla.
Excelente, Paco.
Publicar un comentario