El
tiempo, consumido por circunstancias adversas era el culpable. ¡Algo habría de
serlo! Llegaba justo, casi tarde, a la cita colectiva del Club con el autor de El tiempo incinerado. Había leído el
libro, no como todos porque tampoco era como todos [Diario.2004], porque un diario encaja en el contexto de su propio
día, porque en comunión total con el autor quedaba con más dudas de las que
traía, porque… El encuentro con Diego Fernández Magdaleno sorprende -más que el
piano de cola en el centro del escenario- por su sinceridad desgarradora, por
una cercanía insospechable:
No sé por qué lo hago, no sé por qué me leen, necesito
escribir, necesito interpretar y que cuando lo hago me escuchen…
-
Con
El tiempo incinerado nos regaló un
trozo de su vida; con su presencia se disiparon muchas de las dudas con que
arribé a la sala, con el torrente sonoro de su interpretación (¿Suite en varios
tonos?) sobrecogido a veces, me acerco a la música contemporánea. ¡Todo un
lujo!
Amigo
Diego: ¿puedo llamarte amigo? Hasta el viernes 2 de octubre yo era de Chopin, Liszt,
Mozart, Beethoven, y sigo siendo. A partir de ahora el abanico será de doble
faz. Sobre la mesa espera Razón y
desencanto.
¡¡¡
Gracias ¡!!
La
entrada, a tono con [Diario.2004] quiso titularse Viernes 2 de octubre. La realidad virtual en que nos manejamos
aconseja lógica en la búsqueda.
8 comentarios:
Se detuvo el tiempo un rato en Burgos en la tarde del viernes gracias a la magia de la literatura y la música.
Agradecido también a ti por plasmarlo tan certeramente en este calendario de instantes.
Buenos días, Paco Cuesta:
Esperaba vuestras entradas, y las impresiones del encuentro con Diego Fernández Magdaleno en el coloquio. Me hubiera gustado acompañaros, porque -conociéndole a través de su diario-, estaba segura de que no os iba a defraudar.
La música, siempre maravillosa.
Abrazos.
Estoy con mi cuaderno de notas intentando hacer un reportaje de lo que oímos y sentimos en el Salón de Cajacírculo.
Música, libros y persona. Todo muy grande.
Un abrazo, Paco, me alegró verte.
Creo, como tú, que escucharlo hablar e interpretar contribuye a comprender su escritura. Y al revés.
Gracias por estar, Paco.
Me alegro conocerte Paco. Buen resumen personal
Me alegro conocerte Paco. Buen resumen personal
Buenas tardes, Paco Cuesta:
Enhorabuena, por los seis añitos.
¡115 años esa fotografía, y parece hecha recientemente!
Seguiremos viniendo al Alfoz, en nuestros paseos por los caminos mágicos de las redes virtuales.
Enlazo una canción, para que sigan contigo las musas, que desde la radio se quedaron contigo “el día de inocentes”, hace ya...
Abrazos.
Buenas tardes, Paco Cuesta:
Te quería dejar el comentario en tu entrada siguiente. Disculpas.
Saludos.
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