Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

sábado, 6 de mayo de 2017

Dentro – Fuera.


A veces, algunas veces, se hace difícil enfrentarse a la rutina de la vida, se está mejor, más recogido y calentito dentro de uno mismo. Fuera, en esa vida a la que nos asimos con usura, están: el amigo al que evitamos clavados insulsamente en un escaparate de tattoos y piercings; la bicicleta que, escapada del verano, nos arroja a la calzada con nuestro interior a cuestas; tres señoras que hablando de sus cosas, frenan la prisa que no tenemos; el aullido del camión de incendios que tal vez vuelve de rescatar a un gato enredado en un tejo del parque; el griterío de un ejército de chiquillos jugando al pilla – pilla.

En la terraza de un café tranquilo, de poco futuro, vuelvo al reencuentro conmigo mismo; a mis adentros; a las ocasiones perdidas; al amenazante lunes ¡tan próximo!; al recibo impagado; a la casa vacía…
  • -      Algo me decía que estabas aquí.
  • -      ¡Tuuu!
  • -      Fue una chiquillada. Perdona.
  • -      La culpa es mía, a veces no se escuchar.
  • -      ¡Por favor! Cortado, con leche y dos milhojas de crema.

La vida es, en ocasiones, lo que nosotros queremos que sea.  

4 comentarios:

Abejita de la Vega dijo...

Porque con venir de mí mismo no puedo venir más lejos.
Un abrazo, Paco.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué texto, Paco. Hay tanto ahí dentro que parece una novela en miniatura, quise decir, una vida.

Myriam dijo...

¡¡Me super-encaaaantó!!

Besotes, Paco

Marina dijo...

¿Sólo en ocasiones? Yo diría que podrían ser más veces, pero uizá nos asusta tanto control.
Magnífico texto.
Un beso grande.