Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

martes, 17 de octubre de 2017

OCTAVO ANIVERSARIO: CON LA DEBIDA PUESTA A PUNTO.


Estoy sentado aquí de celebración en un restaurante de “cocina castellana con un toque canalla”, me acompañan una copa de buen Ribera y una tapa de diseño. El ambiente, también es de diseño: mobiliario de palés reciclados, paredes recubiertas con dovelas de cubas y luz, mucha luz. De camino me hago acompañar de Machado, siempre llevo en el móvil algún «podcast» al que recurrir cuando las musas no me son propicias.

Todo pasa y todo queda: nos levantamos cada mañana envejecidos un día más y el perfecto mecanismo del corazón sigue su ritmo a pesar del estrés, el tiempo y los achaques, todo pasa; invariablemente muchas cosas quedan e incluso pueden mejorar con el tiempo y la debida puesta a punto.

Hace algún tiempo en «este» lugar, Manoli regentaba el bar de su padre con mesas de mármol, partidas vespertinas de dominó y mus y «chatitos»[1] de a 55 cts., (de los de entonces), sobre uno de esos mármoles  con un café -ya pagado en euros- nació (octubre 2009) El Alfoz. Tiempo atrás la plaza con nombre de político y fuente en el centro presumía de castañera «la Loren», limpiabotas «Beni, el mago del lustre» y niños que rompían cristales con una pelota de goma errante e irrecuperable.

Los momentos vividos, por insignificantes que sean, son tan importantes como el mejor de los noticiarios porque son la noticia de nuestra vida. A veces cuando escribimos, intentamos llenar de esplendor el relato olvidando lo cotidiano: las persianas con grafitis, el sex shop del rincón de la calle, el vecino «marchoso» luciendo bermudas, sandalias y calcetín negro o la madre con hiyab a la salida del colegio; que son la vida misma.

Nunca perseguí la gloria, pero sin ella y con el ánimo que aportan los que me visitan intentaré a pesar del tiempo y los achaques cumplir como el bar de Manoli algunos años más, eso sí, con la debida puesta a punto –susurra  a mi oído El Alfoz.

 -Diles algo a ellos –respondí bajito– es tu «cumple».
-“Gracias por vuestra visita, uno también tiene su corazoncito”.
-“Un abrazo”.

Decididamente atacaré la tapa de diseño aun a riesgo de romper su encanto.

Tapa cedida por: El 51 del Sol.


[1] Coloquialmente, en las tabernas, vaso bajo y ancho de vino o de otra bebida.

8 comentarios:

Manolo dijo...

Otros ocho, por lo menos, si caerán, no?
Felicidades y un abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...


¡Y qué bien llevados estos años! Queremos más, claro.

Abejita de la Vega dijo...

Larga vida a El Alfoz y a su autor. La mesa de Manoli recibió la visita de las musas.
o

Kety dijo...


Paco. ¡Felicidades! Que sean muchos más.

Myriam dijo...

¡Ocho mil felicidades transatlanticas!
Y por muchos años más.

Abrazos, también

Gelu dijo...

Buenas noches, Paco Cuesta:
:)
Felicidades por este octavo cumpleaños. ¡Cómo pasa el tiempo!
Siempre acertada, como compañía para el camino, la poesía de Machado.
Al ver la tapita -aunque está lloviendo toda la tarde y ahora se oye algún trueno-, me he dicho: pues, en un vuelo me acerco a ’El 51’
Dejo ♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫ una versión de la música de Serrat, para ‘Cantares’ ♪ ♫ ♪ ♩♪ ♫
de D. Antonio, interpretada por mi pianista favorito.
:)
Abrazos.

Marina dijo...

Besos fraguado en el camino y abrazos que se gestan al andar.

:)

Marina dijo...

Besos fraguado en el camino y abrazos que se gestan al andar.

:)