“El
libro es una novela de novelas que quiere narrar vidas reales que se enlazan
unas con otras a la manera de Las mil y
una noches”.
Aun a sabiendas de que “novela de novelas”
es una definición de Muñoz Molina, tal vez por lo repetido de la dualidad nos
pareció un tanto tópica, al tiempo que la mejor de las definiciones posibles. Sefarad es tantas historias que cada uno
de sus capítulos proporciona tema suficiente para varios comentarios, no pocas
tertulias y alguna que otra reflexión personal.
En el curso de la lectura, uno (yo)
comprueba no sin cierto rubor la magnitud de su desconocimiento sobre un tema
fundamental que la novela viene a poner de manifiesto: la experiencia vivida
del destierro.
Uno (yo) creía que por conocer algo de
Kafka, poco de Todorov y haber hojeado Si
esto es un hombre de Primo Levi estaba como suele decirse “al cabo de la
calle” en estos asuntos y es en este punto cuando se comprende mejor el concepto
novela de novelas. No solo porque Sefarad
presenta relatos unidos por el destierro, la memoria y la identidad, sino también
por dejar abierto al conocimiento del lector en “nota de lecturas” un abanico
de personajes y títulos que en cierto modo forman parte de la obra, justifican
el subtitulo y crean la obligación (moral) de profundizar algo más en el
Holocausto tan distorsionado en la memoria de los españoles.
Imagen Expulsión del Paraiso (Masaccio)
4 comentarios:
EStoy leyendo la novela y creo que es un gran libro con un ritmo trepidante que te lleva de un lugar a otro, como la propia vida y que no deja indiferente al lector que quiere sumergirse en ella.
Besos
Un mundo abre otro mundo que a su vez abre otro y otro...Así es "Sefarad". Profundidad.
Besos, Paco.
Y yo voy ya por mi segunda lectura de Sefarad, que estoy disfrutando mucho.
Tienes mucha razón, la obra insta a profundizar.
Besos, Paco
Siempre estamos camino del exilio, Paco. Buena elección en la ilustración.
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