Reflexión

Cuando triunfó el nuevo material de escritura [el pergamino], los libros se transformaron en cuerpos habitados por palabras, pensamientos tatuados en la piel. (El infinito en un junco. Irene Vallejo).

jueves, 16 de abril de 2015

Una novela realista para releer. Sefarad: Antonio Muñoz Molina

 Placa de bronce de la Red de Juderías de España

      Cada persona es un mundo y cada vida proporcionaría material suficiente para al menos una novela. Sefarad, muestra en dieciséis relatos aparentemente dispersos, no menos de otras tantas vidas lo que supone un hecho realista unido, que no disperso, entorno a dos situaciones: el exilio y el totalitarismo. Tomando Sefarad como guía cuando decimos “exilio” nuestro pensamiento se remite a los judíos hispanos y al exilio republicano español. Si el recuerdo se dirige hacia “totalitarismo” no podemos por menos de pensar en los sucesos nazis y estalinistas. Ambas situaciones son el elemento nuclear en la novela como queda certificado en el título mismo de la obra, sin embargo, Muñoz Molina con ambos hilos como conductores da luz a otros exilios como los producidos por la emigración a las grandes ciudades por motivos de trabajo y otros totalitarismos como la marginación a enfermos y drogadictos. En circunstancias como estas nuestra memoria suele ser efímera y proclive al olvido, y así,-como ocurriera con judíos y republicanos-  tan pronto los últimos testigos desaparecen,  el barrio de nuestra conciencia recobra la normalidad, las calles se remozan y podemos pasear con la tranquilidad que nos merecemos.  Y es entonces, hoy, ahora mismo, “recién” toma tierra el Boeing del Club de Lectura UBU procedente del Perú de Vargas Llosa en la Terminal de Sefarad, cuando Muñoz Molina desde la torre de control del Holocausto da un aldabonazo sobre la puerta de nuestra memoria histórica española cerrada de grado o por la fuerza a cal y canto, a fin de despertar del letargo de tanto tiempo a esa otra memoria, la cultural, que debíamos, si nos hubieran enseñado a ello, haber compartido con Europa. ¡Nunca es tarde!

En mi opinión es una novela situada entre el testimonio, el ensayo, y la historia reciente -tal vez algo de todo o tal vez nada de ello- que al apartarse conscientemente  de los caminos de  la lectura de evasión da pie a un segundo intento lector del que saldrán, si lo abordamos, nuevos matices. En cualquiera de los casos Muñoz Molina, aporta razones más que suficientes.




4 comentarios:

Pedro Ojeda Escudero dijo...

En esta novela, Muñoz Molina va por terrenos desconocidos: es su salto a la gran literatura universal, tanto por el tema como por la estrategia técnica que tan hábilmente analizas.
Excelente entrada, Paco.

Abejita de la Vega dijo...

Los exilios grandes y pequeños son el tema de Sefarad. El totalitarismo político o el totalitarismo del tiempo que nos aparta de nuestros particulares sefarad.

El jet lag, recién aterrizado el avión procedente de Piura y Lima.

Besos, excelente entrada, Paco.

Myriam dijo...

Estoy disfrutando de mi segura lectura de esta obra magnífica. Menos mal que el boing vino a Sefarad después de haber estado en el Piura y lima de M. Vargas LLosa y nos saque del "empalagamiento eroticum-fixaticum" de su autor y no al revés ;-)

Besos de pura cepa sefaradita.


Myriam dijo...

jajajaja no segura, bueno sí es seguro que la hago, pero lo que quise decir fue: SEGUNDA lectura.

Más besos